Por qué importa. Matthei marcó este fin de semana una fuerte distancia con aspectos de fondo del informe de la Comisión Técnica de Pensiones, lo que supone desmarcarse de los resultados de la negociación que se desarrolla en el Senado. Indicó que así como era importante mejorar las pensiones y la condición en que se encuentran las mujeres, después de leer el texto observó “varios de sus contenidos pueden traer consecuencias graves no buscadas”. “Iniciaré conversaciones con economistas y expertos para poder aportar a la búsqueda de respuestas a los chilenos”.

  • Matthei tiene tres reparos importantes.

1) La reforma podría generar un déficit fiscal grave, que se suma al actual déficit estructural de las finanzas. A su entorno le ha comentado, basándose en el el informe, la reforma no está financiada hasta 2036, lo que puede generar un importante endeudamiento al Estado.

2) La licitación de carteras de afiliados puede generar un acto expropiatorio en que el Fisco puede ser demandado ante el CIADI, lo que debilitaría la confianza entre los inversionistas internacionales.

3) El préstamo puede transformarse en un mecanismo de reparto.

  • El que la responsabilidad fiscal y el gasto público queden en jaque es un tema que ha rondado a Matthei, en el caso de llegar a La Moneda. En noviembre dijo a El Mercurio: “Está claro que van a entregar el Gobierno sin un solo peso. No hay un solo peso. No hay nada de plata”.
  • Su ofensiva, indican en Chile Vamos, no supone desechar todo el documento de los expertos ni quitar el piso al senador Juan Antonio Coloma (UDI), el hombre fuerte de las negociaciones de la derecha. Por este motivo ex alcaldesa circunscribió sus aprehensiones en la comisión técnica, no así en la comisión de Trabajo, desde donde opera Coloma. Entre los expertos no existía acuerdo entre los aspectos técnicos que ella cuestiona.
  • Pero, más importante aún, el golpe que supone para las negociaciones la intervención de Matthei se relaciona con un factor político, relativo a la ofensiva que había realizado en los últimos días el FA-PC para presionar por cambios profundos al modelo e involucrar a la calle en ello, como ocurrió con el discreto “volanteo” frenteamplista de la semana pasada, que contó el apoyo de la ministra Jeanette Jara. La titular del Trabajo, por su lado, ha dado señales de que el cerco podría seguir corriéndose hacia el reparto en el futuro, una línea roja para la ex alcaldesa.
  • El que el acuerdo pueda caerse por la izquierda, o que la administración Boric juegue por una banda en un acuerdo institucional y por otra junto al FA-PC, fue un factor que entró hace pocos días al ruedo y que precedió la ofensiva de Matthei. Algunos analistas, como Cristián Valdivieso, de Criteria, estiman que en ese bloque “hay una visión que dice que la elección presidencial está perdida, y que entregar esto es claudicar de una manera grotesca”.

Lo que antecedió la ofensiva. Hace algunos días Matthei solo se había circunscrito a señalar que las negociaciones estaban radicadas en el Senado, sin poner cuestionamientos a los mecanismos que se buscaban, y se juntó con la bancada de diputados de la UDI, a quienes manifestó su confianza en los senadores del sector que llevan las conversaciones con el Ejecutivo. Ese día pidió prudencia a la bancada para analizar lo que llegue de la Cámara Alta y afirmó que los diputados de la UDI y Chile Vamos deben votar en bloque.

  • El giro de la izquierda hacia propuestas más redistributivas podría polarizar las negociaciones e involucrar a Matthei en su caída, en el caso que así sea, mientras los Republicanos bombardean desde afuera el acuerdo del Senado por considerar que no respeta que los fondos vayan en forma íntegra al bolsillo de los trabajadores.
  • Hoy, los dichos de Matthei suponen encapsular su capital político respecto de los resultados de las negociaciones y quitar piso a la tesis de Boric, quien el jueves pasado indicó en el Ñuble lo siguiente: “Estamos cerquita, parece que estamos cerquita. Pero ya hemos cedido bastante. Ya hemos cedido bastante y acá en un acuerdo todos tienen que ceder”.

Qué se dijo. Desde el oficialismo, la ministra  Jara, calificó las declaraciones de Matthei como confusas y lamentó la falta de claridad en sus reparos: “Había estado mucho tiempo la candidata sin emitir opinión respecto a pensiones. Queremos saber cuáles son esas preocupaciones y ver cómo podemos hacernos cargo.” Jara, sin embargo, sostuvo: “Cualquier liderazgo que se sume para buscar un buen acuerdo es bienvenido.”

  • “Es preocupante que se desacredite el trabajo técnico de la comisión, compuesto por expertos de ambos sectores políticos”, añadió.
  • El diputado RN Frank Sauerbaum respaldó las inquietudes de la exalcaldesa y agregó: “Nosotros tenemos las mismas aprehensiones que ella: sobre la propiedad de los fondos, su herencia y la libertad de elección. No compartimos un sistema de reparto porque ha fracasado en todo el mundo.”

Lo que viene. Enero será clave para iniciar las votaciones en la Comisión del Trabajo, aunque las tensiones entre el oficialismo y la oposición siguen persistiendo.

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