El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) entregó un informe preliminar que elaboró la misión de observación en las comunas de Quintero y Puchuncaví, región de Valparaíso, a casi cinco años de los distintos episodios de contaminación en la zona que obligaron a más de mil personas a recibir atención hospitalaria.
El informe del INDH concluyó que en materia de medición de la calidad de aire en la bahía se “ha avanzado de manera débil. Casi nula”, respecto a las recomendaciones que había entregado la misma institución en 2018, cuando pidió un sistema de medición global, como el que hay en Santiago.
“En materia de medición de niveles de contaminación se ha avanzado de manera débil. Casi nula. No existe. Si bien las empresas tienen sistemas de medición particulares, no hay un sistema de medición global, que nos permita decir cuánto es la sumatoria que está afectando a la población. Por lo tanto, ahí el avance ha sido muy débil”, dijo la directora del INDH, Consuelo Contreras.
“La población de Quintero – Puchuncaví tiene el mismo derecho que Santiago de saber cuáles son los días de mayor contaminación”, añadió.
El INDH realizó una visita en la zona entre el 23 y al 27 de enero, con el objetivo de verificar el avance de las recomendaciones que realizó en un informe de 2018. Ese año se detectaron episodios de contaminación el 21 y 23 de agosto y el 4 de septiembre, los que obligaron a 1.329 personas a pedir atención médica.
El mismo año, el INDH presentó un recurso de protección, que en un fallo histórico de 2019 fue acogido por la Corte Suprema, que dispuso que la autoridad sectorial debía efectuar a la brevedad los estudios para establecer el método más idóneo y adecuado para identificar los gases, elementos o compuestos producidos por todas y cada una de las fuentes presentes en la bahía.
Una vez evacuado este estudio, la autoridad debía evaluar, en breve plazo, la procedencia de instalar filtros o dispositivos que permitan identificar y medir los compuestos o elementos directamente en la fuente. Sin embargo, esto no se ha cumplido.
El informe establece que hay mejoras en las instalaciones de los procesos de las empresas y monitoreo por la Superintendencia de Medio Ambiente, pero dice que los protocolos de emergencia no responden a todas las situaciones.
“Más grave aún (…) se desconoce cuál o cuáles son los contaminantes o compuestos que desencadenaron la crisis”, asegura.
Sobre derecho a la salud, la misión detectó que la región carece de un estudio exhaustivo y longitudinal de acompañamiento de pacientes con contaminación confirmada o de personas cuyas enfermedades pueden, eventualmente, relacionarse con episodios de contaminación.