La agencia Moody's rebajó este jueves la clasificación de riesgo de Chile, de la categoría Aa3 a A1.
Junto con esto modificó la perspectiva de "negativa" a "estable". Una decisión que se da en el marco del deterioro "gradual" pero "amplio" del perfil crediticio del país. Aunque la clasificadora ve indicios de mejoras en el corto plazo, no se espera que Chile recupere la fortaleza crediticia que tuvo en años anteriores.
"La posición fiscal de Chile se ha deteriorado persistentemente en los últimos años y la fortaleza del balance del gobierno, en opinión de Moody's, ya no es lo suficientemente robusta como para compensar los aspectos débiles del perfil crediticio de Chile en comparación con los soberanos Aa de mayor calificación", afirma la agencia.
En ese sentido, declaran que es probable que las medidas de la deuda se estabilicen, pero es improbable una reversión en el deterioro de los parámetros fiscales y de deuda.
La agencia explica también que "los bajos niveles de ingresos relacionados con los pares calificados A, la dependencia de los productos básicos y las vulnerabilidades externas también se han transformado en aspectos más destacados del perfil crediticio de Chile debido a las menores perspectivas de crecimiento a mediano plazo".
"El alto crecimiento del PIB solía compensar -en parte- algunos de estos elementos que contraen el perfil crediticio de Chile. Moody's espera un crecimiento a mediano plazo cercano al 3%, por debajo de la tasa anual de 3.7% que se espera para el 2018, y significativamente más abajo de las tasas de crecimiento reportadas en los años previos al shock de materias primas de 2014", agrega el informe.
La rebaja se suma a la informada en agosto del año pasado por la agencia Fitch Ratings que anunció que la nota soberana de Chile había bajado desde A+ a A y que la perspectiva fue revisada de "negativa" a "estable".