Por Juan Pablo Figueroa
 

Tres días después de que AC Inversions se desmoronara y, junto a su dueño Patricio Santos, se convirtiera en protagonista de una investigación judicial por estafa, un testimonio en la fiscalía reveló cómo las autoridades omitieron repetidamente alertas sobre los ilícitos que podrían haberse escondido tras las operaciones de la empresa. Todo quedó en evidencia cuando el fiscal Carlos Gajardo comentó de la existencia de dichos reportes, en el marco de la audiencia de formalización de Santos y sus socios.

Las primeras evidencias se conocieron el viernes 4 de marzo. Ese día llegó a prestar declaración en la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente Rodrigo Castillo, gerente general y socio fundador de BeFX, la firma que Santos utilizó durante el último año como bróker para canalizar sus inversiones. Allí no sólo administraba fondos de sus dos principales empresas, AC Inversions y Afinex, sino que también de su ex esposa Ana Ramírez, de su ex suegro y socio Mario Ramírez y de su abogado Mauricio Larraín (hoy también imputado en la investigación que lidera el fiscal Carlos Gajardo) y de al menos otros 23 clientes particulares.

Operando todas esas carteras, Santos habría perdido más de $5.844 millones, según un documento que enviaron días después desde BeFX a los fiscales. De ese monto, el 68% corresponde a capital de los clientes de AC Inversions y Afinex.

En su declaración, Castillo aseguró que la relación de su empresa con AC Inversions acabó en noviembre de 2015, cuando Santos retiró la totalidad de los fondos de sus dos sociedades, por unos $500 millones. Para entonces, ya llevaban más de un año y medio operando juntos. Santos actuaba mediante sus sociedades como “agente introductor”, es decir, como captador y administrador de capitales, un rol que asumió en abril de 2014, cuando firmó contrato con la empresa internacional Be Capital, con base en las Islas Vírgenes Británicas y representada en Chile por BeFX.

Aunque Santos ha declarado ante los fiscales que casi siempre ganaba en sus operaciones con los distintos bróker con los que trabajó, varios de sus colaboradores han señalado que la primera vez que les reconoció una pérdida fue en diciembre de 2014. Esto contradice las versiones del ex miembro de la Legión Extranjera Francesa. Es más, sus colaboradores lo presentan como un individuo que apostaba en grande y que solía perder grandes cantidades de dinero.    

“Vimos que esta persona realizaba operaciones por grandes sumas de dinero. Por ejemplo, nos transfería $500 millones, ganaba dinero, y luego el dinero desapareció, o sea, lo perdía. Y al tiempo volvía a realizar otra una transferencia por otra suma grande de dinero, ganaba con las inversiones y volvía a perder. Lo que más recuerdo es que con una inversión de US$ 1.000.000 ganó tres millones de dólares y luego, en un par de operaciones más, perdió esa inversión”, declaró Castillo a los fiscales.

Esas constantes pérdidas hicieron que las alertas se encendieran en el mercado. “Su modo de operar nos parecía sospechoso y nos tenía preocupados como empresa”, agregó Castillo. Es por eso que durante el período en que BeFX fue el principal bróker de Santos, la empresa envió en cuatro oportunidades reportes a la Unidad de Análisis Financiero (UAF), la entidad que depende del Ministerio de Hacienda y que está encargada de perseguir el lavado de activos. 

T13 accedió a esos cuatro reportes, los cuales dan cuenta de que al menos desde fines de 2014 que las autoridades sabían que algo no cuadraba en cómo Santos llevaba su creciente negocio de inversiones y que a pesar de ello, lo dejaron continuar

LOS CUATRO INFORMES

El reporte de operaciones sospechosas a la UAF no es optativo, sino una obligación legal para una serie de entidades que operan en el sistema financiero chileno. De esa forma, se pueden encender las alarmas sobre operaciones que posiblemente puedan estar siendo utilizadas para blanquear ganancias provenientes de negocios ilegales, como el narcotráfico, estafas o el cohecho. Por eso BeFX optó por dar aviso, ya que la forma cómo operaba Patricio Santos hacía sospechar sobre el origen de esos fondos.

El primer reporte que envió BeFX a la UAF abarca un período de casi ocho meses, entre abril y noviembre de 2014, los primeros que la empresa operó con AC Inversions. Las operaciones cuestionadas involucraban unos $960 millones. En ese documento, los representantes del bróker señalan como inusuales el alto volumen de capital que Santos tenía colocado y sus constantes pérdidas, aunque reconocen que hubo meses en los que “ganó bastante”. También señalan que la empresa captaba y administraba cuentas de terceros y que además contaba con captadores y traders.

Si bien eso último no era un problema con BeFX, ya que su contrato le permitía acarrear nuevos fondos, sí lo había sido en el pasado, cuando Santos operaba con Forex Chile (hoy Capitaria). Así lo reconoció en la fiscalía el pasado 3 de marzo el abogado Álvaro Moraga, miembro del directorio de Capitaria, cuando dijo que en 2013 supo que Santos, que tenía contrato como persona natural, administraba fondos de terceros y que además les aseguraba una rentabilidad fija. Eso se tradujo en que se pusiera término inmediato a su contrato y le prohibieran seguir operando en esa plataforma.

Estos son los reportes que envió BeFX para alertar sobre las operaciones de Patricio Santos

(N. de la R. Se borraron datos personales) 

(N. de la R. Se borraron datos personales) 

(N. de la R. Se borraron datos personales) 

(N. de la R. Se borraron datos personales) 

Pasó apenas un mes y BeFX envió un segundo reporte a la UAF. Éste contemplaba el período desde el 12 de noviembre al 31 de diciembre de 2014, en el cual Santos realizó operaciones por más de $1.365 millones. El documento dice: “Nos preocupa que el administrador esté haciendo un ilícito a través de la captación y administración, tenemos gente que nos ha dicho que les ha estado asegurando rentabilidad”. Allí también señala que cada vez que le han preguntado a Santos sobre sus operaciones, él ha respondido que tiene mucho dinero, que fue un gran colocador en uno de los bróker más grandes de Francia y que además operaría con otros bróker en Chile.

Rodrigo Castillo declaró que después de ese segundo reporte y antes de enviar un tercero, desde BeFX solicitaron una reunión con la UAF. La cita se habría concretado y en ella los dos socios de Castillo habrían planteado el extraño comportamiento de Santos. Según dijo Castillo, “la UAF nos señaló que debíamos seguir operando con Patricio Santos, que teníamos que seguir el conducto regular”. 

El tercer reporte se refiere a las 2.000 operaciones que Santos efectuó en julio de 2015, y dice que durante la última semana de ese mes, Santos perdió casi todo el capital que tenía en BeFX. Vuelve a señalar los altos volúmenes de dinero que maneja y los identifican como un “perdedor en el largo plazo”. También dice que Santos aseguraría a sus clientes externos una rentabilidad fija.

El último reporte abarca desde agosto hasta diciembre de 2015, y es quizás el más lapidario de todos. “Los hechos inusuales son que el administrador garantiza rentabilidad cuando, por lo que nosotros vemos en las operaciones en su historia, es un perdedor, por lo tanto no sabemos cómo puede pagar en estas condiciones”, dice el documento.

Castillo señaló a los fiscales que aunque pidió una nueva reunión a la UAF, nunca le respondieron, y que a pesar de que llamó en varias oportunidades a la entidad estatal, siempre le dijeron que no le darían información por teléfono y que debía seguir el conducto oficial.

QUERELLA CONTRA LA UAF

Ante la omisión por parte de la unidad estatal mandatada para fiscalizar las situaciones sospechosas en el mercado financiero, un grupo de afectados por AC Inversions decidió presentar una querella contra los funcionarios de la UAF y todos los demás empleados públicos que pudieron haber sabido del fraude que se gestaba y no hicieron nada. La acción judicial fue presentada el 15 de marzo en el 8° Juzgado de Garantía de Santiago por el abogado Ramón Sepúlveda.

La denuncia apunta a todos los funcionarios públicos que hayan omitido los antecedentes que alertaban sobre el fraude en AC Inversiones. Allí se señala que la UAF no sólo tomó conocimiento de las operaciones irregulares, sino que además de que Santos estaba captando fondos por medio de sus empresas sin tener las autorizaciones necesarias, infringiendo la Ley de Bancos, precisamente el delito por el cual la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) ya se querelló.

Revisa el informe de T13
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