El candidato presidencial republicano Donald Trump y los miembros de su partido que se presentan al Senado de Estados Unidos culpan a los inmigrantes del encarecimiento de la vivienda, pero una revisión de datos económicos e investigaciones independientes sugiere que su efecto es limitado.

Al esgrimir este argumento, el expresidente Trump y sus aliados aprovechan el costo de la vivienda -una de las principales preocupaciones económicas de los votantes estadounidenses- como motivo para tomar medidas enérgicas frente la inmigración, uno de los temas centrales de su campaña.

En una encuesta de Reuters/Ipsos de agosto, la vivienda asequible fue la segunda preocupación de los votantes registrados sobre la economía estadounidense. Uno de cada tres votantes citó el costo de la vivienda, solo superado por el 56% que citó la preocupación por el retraso de los ingresos con respecto de la inflación.

La vicepresidenta Kamala Harris, rival demócrata de Trump en las elecciones del 5 de noviembre, ha situado la vivienda en el centro de su discurso económico a los votantes. Planea estimular la construcción y reducir los costos para inquilinos y compradores, en gran parte mediante incentivos fiscales.

La inmigración "está disparando los costos de la vivienda", dijo Trump en un mitin en el disputado estado de Arizona a finales de septiembre, de pie frente a un telón de fondo en el que se leía: "Que la vivienda vuelva a ser asequible".

En su intervención en Tucson, Trump señaló el número de inmigrantes que han entrado en Estados Unidos en los últimos años en comparación con el número de casas construidas, dos estadísticas que también utilizó Kari Lake, candidata republicana al Senado en ese estado, como prueba de su argumento.

En Wisconsin, el candidato republicano al Senado, Eric Hovde, dijo a un medio de comunicación local que cerrar la frontera aliviaría los puntos de dolor económico.

Académicos discrepan de dichos de Trump

Los académicos que estudian la intersección entre inmigración y vivienda afirman que la afluencia de inmigrantes tiene un pequeño efecto en los precios: un aumento del 1% en la población de una ciudad suele hacer subir los alquileres y el precio de la vivienda el 1% correspondiente.

Los precios generales al consumo han subido un 21% desde 2020, según datos federales. En el Laboratorio de Economía Urbana del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el director Albert Saiz dijo que su investigación indica que el aumento de precios ha sido el principal impulsor del valor de la vivienda y los alquileres, seguido por el aumento del trabajo a distancia.

El efecto de la inmigración va a la zaga de estos factores, dijo.

"Desde el punto de vista cuantitativo, no creo que esté ni siquiera cerca de explicar lo que ha ocurrido", dijo Saiz. "Está claro que los otros asuntos son más importantes".

El equipo de campaña de Trump no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las conclusiones de los economistas.

La idea de que los inmigrantes están alimentando una escasez de vivienda en todo el país proviene de una falsa impresión de la economía de que hay un número fijo de casas, dijo Julia Gelatt, del Instituto de política Migratoria no partidista.

"Los inmigrantes llenan las viviendas, pero como los inmigrantes trabajan a un ritmo elevado en la construcción y la remodelación, también contribuyen a aumentar la oferta de viviendas", sostuvo.

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