El Presidente de Argentina, Alberto Fernández, visitó Chile este miércoles para conmemorar un nuevo aniversario de la Batalla de Maipú que le dio la independencia definitiva a Chile en abril de 1818. El mandatario trasandino fue recibido por el Presidente, Gabriel Boric, y entregaron una declaración conjunta.
“Ese abrazo entre O’Higgins y San Martín selló definitivamente una unidad que no puede ser disuelta. Es un abrazo que nos une para siempre. La cordillera no es una pared que nos divide, sino que montañas que nos unen, y no podemos pensar Argentina y Chile de un modo que no sea unidos”, expresó Fernández.
Boric y Fernández destacaron la necesidad de trabajar unidos contra el crimen organizado, la necesidad de reimpulsar el organismo Unasur y la cooperación energética. Pero el Presidente argentino también se dio espacio para aclarar su relación con Chile.
Fernández recalcó que tiene “un enorme amor” por nuestro país y descartó que expresiones suyas sean “actos de hostilidad” a nuestro país, luego de la polémica que enfrentó al embajador de Argentina en Chile, Rafael Bielsa, con el Ministerio de Relaciones Exteriores chileno.
“Veo con dolor que algunas expresiones que tengo con mi pensamiento se interpretan aquí como actos de hostilidad hacia Chile. La verdad que lo único que siento por Chile es un enorme amor. Por favor, dejen de atribuirme malestar con Chile que no tengo. Los quiero mucho más de lo que ustedes piensan”, aseguró Fernández.
El jefe de Estado trasandino llamó “un amigo” a Gabriel Boric y confirmó que fue invitado para la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado en Chile, que se recordará con distintos actos en septiembre de este año.