Sin mayoría en el Congreso. A las 8:00 horas de este jueves, Boric invitó a la directiva de la DC a una reunión en La Moneda. Al encuentro también convidó a los senadores de la colectividad, los que, sin embargo, comenzaron a descolgarse uno a uno durante esta tarde y finalmente decidieron no acudir a las oficinas del Presidente.

  • Se trataba en teoría de un encuentro protocolar, dado que la mesa de Felipe Delpín fue electa en una reñida elección el 13 de marzo, dos días después del cambio de mando. Pero, en clave política, apuntaba a tender puentes con la colectividad, en medio de la apuesta de Boric por aglutinar fuerzas por fuera de su coalición, Apruebo Dignidad, a partir de la derrota de La Moneda y Hacienda por el retiro de fondos de AFP, que constató las dificultades de la actual administración para sacar adelante su programa en el Congreso.
  • Pese al sostenido declive electoral de la DC, el partido cuenta con 8 diputados y 5 senadores. Se trata de su número más bajo de representantes en el Congreso desde 1990, pero claves para un gobierno que no tiene mayoría en el Congreso: el Senado está empatado y en la Cámara de Diputados existe un leve mayoría oficialista, considerando partidos que no son parte del oficialismo como la DC.
  • Los senadores, queriéndolo o no, se convirtieron en el verdadero bastión de poder de la DC más allá de la directiva.

El golpe de los senadores. Los 5 senadores DC no acudirán a la reunión, entre otras cosas, para abordar su propia agenda con Boric en otro encuentro y enfrentar como bloque las negociaciones venideras. Las señales de poder frente al Presidente, que ha enfrentado una brusca caída en las encuestas, había tenido sus primeros visos durante la jornada del martes, tras el revés del gobierno por el retiro acotado de pensiones.

  • Ese día, luego de que la DC votara mayoritariamente a favor del quinto retiro, los parlamentarios terminaron de afinar los últimos detalles del documento “Agenda para ordenar la Casa”, donde ponían sobre la mesa “6 iniciativas que Chile requiere”. La redacción se hizo pública por la tarde, en momentos en que La Moneda ya buscaba retomar el control de su agenda a través de su programa de reformas.
  • Afuera de la sala del Comité de la DC, la senadora Ximena Rincón advertía que “el trabajo prelegislativo tiene sentido. Si se realiza de manera transversal y amplia hablándole a los legisladores y a la ciudadanía se puede avanzar. Lo que pasó ayer obviamente no nos gusta. El llamado es a que el gobierno pueda ordenar la casa”.
  • Su par, Matías Walker añadió: “El gobierno no tiene mayoría ni en el Congreso ni en la ciudadanía de acuerdo a las encuestas y eso requiere llegar a acuerdos en el Congreso, pero también en la convención para presentar una propuesta de reforma constitucional al país, que como pidió el Presidente sea un punto de encuentro y no de desencuentro. El gobierno, y el Mandatario en particular, tienen la obligación de darle gobernabilidad a Chile mediante la construcción de acuerdos”.

Entrelíneas. Los senadores apuntan a su posicionamiento político, más que a saldar cuentas personales con Boric. Ya desde la segunda vuelta, un amplio grupo de dirigentes pedía realizar una oposición firme a su gobierno y perfilar su identidad, lejos del FA-PC, para frenar su caída electoral. En parte de ese grupo estaban algunos de los representantes de la colectividad en la Cámara Alta.

  • A ese factor, sin embargo, se ha sumado una profunda inquietud de los parlamentarios DC por la falta de coordinación legislativa de La Moneda. En el partido se repite como un secreto a voces que el ministro Giorgio Jackson ha entablado con ellos una relación distante y tampoco han existido otros acercamientos con el comité político. En la colectividad, por ejemplo, señalan que el senador Francisco Huenchumilla abandonó con un sabor amargo un encuentro con la titular de Interior, Izkia Siches, con quien habló sobre la crisis en la Macrozona Sur.

Una señal confusa. A fines de marzo, el gobierno de Boric nombró al primer DC en el gobierno. Se trataba de Víctor Torres, un ex diputado afín al ala chascona del partido que participó en la campaña presidencial de Yasna Provoste y apoyó a Delpín en su llegada a la presidencia del partido.

  • Para algunos, la designación del ejecutivo fue leída como un gesto a los democratacristianos. Otros, sin embargo, la interpretaron como una forma de “pirquinear” apoyos en el partido, lo que incomodó a la propia directiva, que habló del tema con el ministro Jackson en un encuentro que sostuvieron a inicios de este mes.
  • Buena parte del partido no está dispuesto a forjar una alianza con el gobierno, pese a la severa crisis que enfrenta a partir del resultado de las elecciones parlamentarias de noviembre; el quinto lugar de Provoste en la primera vuelta presidencial y la renuncia de algunos de sus militantes históricos, como el ex ministro Genaro Arriagada.
  • De ahí el malestar que generó en segunda vuelta que la entonces directiva de Carmen Frei se adelantara a apoyar a Boric, sin que la decisión fuera previamente consultada ante la Junta Nacional, el máximo organismo partidario. Está por verse lo que ocurra a partir de la reunión de mañana.

 

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