Quién es Rafael Garay, el economista requerido por la justicia chilena
"Ingeniero Comercial Universidad del Desarrollo, MBA IP Universidad Adolfo Ibáñez, Doctorando en Economía y Negocios Internacionales Universitat de Lleida. Con más de 10 años de experiencia en universidades como Universidad Adolfo Ibáñez, Universidad del Desarrollo, y ha sido la persona más joven en ocupar una vicerrectoría al desempeñarse en la Vicerrectoría de la Universidad Central con solo 32 años”, así se presentaba Rafael Garay en el sitio web de su empresa Think & Co, firma con la que prestaba asesorías de inversión y que este medio día se dio de baja repentinamente en la red.
Garay, que salió del país el 4 de septiembre pasado —supuestamente a realizarse un tratamiento de salud— rompió el silencio este lunes.
Esto, mientras cumple con arresto domiciliario en Rumania y es requerido por la justicia chilena. El 24 de noviembre, en tanto, se realizará una formalización en ausencia en suelos chilenos por los delitos de presunta estafa y apropiación indebida.
En la declaración a la prensa, el hombre que fue detenido en Brasov, Rumania, por porte de documentación falsa, reafirmó su inocencia y apuntó al gobierno: "El ministro subrogante de Interior de Chile dijo que era delincuente, sin investigación (...) El único que puede decir eso es el Poder Judicial".
"¿Escapé del país? Perdón, yo salí del país como un hombre libre", remarcó.
La irrupción de Garay
A nivel público, Garay se hizo activo mientras participó en Felices y Forrados junto a Gino Lorenzini. En la firma que asesora a afiliados de AFP en el manejo de sus fondos de pensiones, Garay estuvo hasta 2014, cuando dejó la institución argumentando una falta de injerencia en el modelo con que se proponían las sugerencias a los clientes. Luego de eso vinieron varias declaraciones en que criticó ácidamente la forma en que Felices y Forrados realiza sus recomendaciones.
En Felices y Forrados señalaron luego de la desaparición de Garay que este no fue creador ni socio fundador, que sólo prestó una asesoría comunicacional a la organización, la cual terminó hace dos dos años, en septiembre de 2014.
Su descripción en Think & Co también especifica que actualmente se desempeña en el ámbito académico como profesor en la Universidad San Sebastián –donde explicaron que ya no presta estas funciones- y en el IEDE Business School, donde no fue posible confirmar si continuaba.
También describe que a nivel internacional ha participado en conferencias para ProChile en Costa Rica, en la Universidad de Buenos Aires (Argentina), Waseda University (Japón) y Chulalongkorn University (Tailandia).
Además, “asesora a diferentes clientes en inversiones internacionales a través del Fondo de Inversión y Asesoría vinculado a Think & Co”. De hecho, trascendió que varios de quienes han puesto recursos en estos fondos están preparando una querella porque parte de sus recursos aún no han sido recuperados, como dijo Garay que lo haría cuando anunció públicamente que padecía de un cáncer en el cerebro, en junio pasado.
Grave enfermedad
El pasado 13 de junio fue el día escogido por Rafael Garay para anunciar a través de su Facebook que se retiraba del mundo laboral a causa de un tumor cerebral, y que estaba comenzando a cerrar las inversiones que manejaba y devolver el dinero a su clientes. En aquella oportunidad sostuvo que el tumor había sido detectado hace ya un tiempo, y que estaba comenzando a mostrar síntomas más severos.
En varias apariciones en prensa, en las semanas siguientes describió que se había sometido a tratamientos en Japón y Francia —en el Centro Europeo del Cáncer Gustavo Roussy, donde ahora sostienen que no es efectivo— y que la probabilidad de supervivencia era muy baja.
Entre sus cercanos, dicen que rasgos de la enfermedad no se los alcanzaron a percibir, sólo quejas en cuanto a mareos y pérdida de sensibilidad en brazos y piernas. Más allá de eso, no fue posible evidenciar, recalcan, porque hace un tiempo él mismo pidió a sus amigos más cercanos que dejaran de visitarlo y llamarlo, porque no quería que le viesen deteriorado, con el avance de la enfermedad.
En una de las entrevistas que concedió más recientemente, explicó que físicamente estaba mal. “He empezado a perder la memoria y la de corto plazo ya la perdí. Las cefaleas son brutales, tengo intermitentemente pérdida de sensibilidad en las piernas y en los brazos por completo”, relató en La Segunda.
Candidato al Senado, fanático de los autos y artes marciales
En otros aspectos de su vida previa, Garay también es recordado en su intento por ingresar al Congreso. En 2013 se presentó como candidato a senador por la circunscripción N°12, Bíobio Costa, apoyado por el PRO, liderado por Marco Enríquez-Ominami, y también recibió el espaldarazo del entonces candidato presidencial Franco Parisi.
Obtuvo sólo el 9,17% de los votos, y fue doblegado por los vencedores Alejandro Navarro y Jacqueline van Rysselberghe.
En un ámbito diferente Garay también participaba activamente como sensei en la selección chilena del arte marcial japonés denominado Kudo. De hecho participó activamente en diversas competencias internacionales.
El Facebook de Kudo Chile contiene varias imágenes del economista. La última de ellas fue subida el 5 de septiembre, cuando algunos de sus integrantes lo acompañó al aeropuerto Arturo Merino Benitez en el inicio de su viaje a Francia. “Foto de ayer acompañando al aeropuerto a nuestro Sensei Rafael Garay quien partió a Francia para su tratamiento de quimioterapia”, reza la fotografía.
Hay otras imágenes similares, por ejemplo, de cuando se le despidió en junio pasado para iniciar también un viaje con los mismos objetivos a Francia.
Entre los cercanos a Garay también se lo describe como un fanático de los automóviles. Comentan que era conocido por su costumbre de comprar autos de alta gama, andarlos 1.000 km y luego cambiarlos, entregándolos en parte de pago para comprarse otro, aceptando el descuento que le dijeran. De hecho, su última adquisición fue un Jaguar XRS de unos 180 mil dólares, que entregó con 1.000 km en Kaufmann para comprarse un jeep G63, de un valor superior.