En un Festival que tuvo como números estelares a Donna Summer, Luis Miguel, Ricky Martin, Maná, Myriam Hernández y Emmanuel, un joven Alejandro Sanz hacía su debut en la Quinta Vergara. Con 25 años y su recientemente lanzado disco "Si tú me miras" (1993), la voz de "El alma al aire" llegaba a nuestro país con un éxito creciente, dado por tres álbumes editados hasta ese momento.
Eso sí, el XXXV Festival de la Canción de Viña del Mar, celebrado en 1994, signifcó una piedra en el zapato para el madrileño.
Los problemas técnicos que sufrieron algunos de sus instrumentos hicieron que Alejandro Sanz no pudiese tocar todos sus éxitos. El artista tuvo que improvisar una canción solo con guitarra acústica —que claramente no se escuchaba—, una situación que lo puso nervioso y se convirtió en un mal recuerdo.
Tan mal lo pasó que, al día siguiente, su compatriota y amigo Miguel Bosé lo invitó a cantar a dúo en su show.
La redención
Llegó el año 2001, y entre ese año y su primera presentación en Viña del Mar, Alejandro Sanz publicó tres trabajos discográficos —"3" (1995), "Más" (1997) y "El alma al aire" (2000)— que integraron una etapa con sus más grandes hits —"Y, ¿si fuera ella?", "Corazón partío", "Amiga mía", "Cuando nadie me ve"—.
Y, gracias a eso, su segunda venida al Festival fue la consagración.
Presentado por Cecilia Bolocco como "el momento que todo Chile ha esperado", apareció el español al grito ensordecedor de "¡Mijito rico!".
El inicio con "Aquello que me diste" fue el comienzo de una noche memorable para el artista y sus fanáticos.
La última venida
En conferencia de prensa tras su espectáculo de 2011, el español aseguró que "también estaba histérico", refiriéndose a la algarabía de sus fanáticas.
La voz de "No es lo mismo" se llevó todos los premios, incluida la extinta Gaviota de Oro.
En 17 años, Alejandro Sanz pasó de dar —sin quererlo— una de las presentaciones más bochornosas a transformarse en uno de los regalones del festival.
"Esta vez no falló nada", cerró.
Este miércoles 24 de febrero, el artista se presenta por cuarta vez en el Festival de Viña del Mar, con las canciones de "Sirope" (2015), su último disco, afinando la guitarra.
