El primer capítulo de la octava temporada de Game of Thrones, que fue estrenado el pasado domingo, dio a conocer las directrices de la recta final en la lucha por el trono de hierro y el combate contra los caminantes blancos.
En un episodio marcado por el reencuentro de Arya Stark con Jon Snow, la llegada de Daenerys Targaryen a Winterfell y la revelación de Jon Snow como el verdadero heredero del trono, los fanáticos de la serie notaron otros detalles pero que estaban encubiertos en la nueva intro de esta temporada.
Con casi dos años de espera para estos nuevos (y últimos) capítulos de Game of Thrones, los creadores tuvieron tiempo de desarrollar un nuevo opening que no defraudó, simbolizando la caída del muro, la irrupción de los dragones y el protagonismo que tendrán las criptas de Winterfell.
Pero en los anillos del característico astrolabio mostraron nuevos pasajes de esta historia, uno de ellos que ya ocurrió y otros dos que ya estarían por venir.
El primero de ellos representa la caída del muro tras la llegada de los caminantes blancos. La imagen muestra al exdragón de Daenerys (ahora un "White Walker") rompiendo el muro con su poderoso fuego, y detrás de él, todo el ejército que lo acompaña.
La segunda imagen muestra la "Boda Roja", uno de los capítulos más icónicos de la serie. Según se puede deducir, los Bolton o los Frey sostienen la cabeza de un lobo (Stark), mientras que un león, que representa a King´s Landing, tiene en su hocico un pez (los Tarly).
Por último, la tercera escena muestra el surgimiento de los dragones como "armas" a utilizar en los dos combates que rigen esta historia central. Sin embargo, en esta ocasión aparecen los tres luchando juntos, tal como ocurría originalmente. ¿Será esto un anticipo del combate final?