Hace un par de años atrás, Tamara Acosta reveló que padece de depresión recurrente, también conocida como depresión endógena, desde hace más de 20 años.
La actriz habló sobre la lucha que ha dado durante todos estos años en "De tú a tú", programa de conversación conducido por Martín Cárcamo.
La intérprete contó que sus primeras manifestaciones depresivas comenzaron a los 14 años, en las cuales sentía "mucha tristeza, que también se mezcla con la adolescencia. Pero yo, ahora con la distancia, lo veo y va más allá de la adolescencia. Es una cosa que no era normal".
"Me sentía muy sola. Me encerraba harto. Lloraba harto. Recuerdo haber llorado sola, sin saber por qué. Como por una pena profunda no más", recordó.
La intérprete contó que fue diagnosticada cerca de los 30 años, cuando sufrió un episodio de depresión mayor, el que tuvo serios síntomas.
"Era sin poder moverse. Con crisis de angustia, crisis de pánico, sin poder levantarse de la cama. Ni siquiera te puedes levantar. Bañarse es como subir el Everest. Y la sensación de que no quieres estar en la vida. Que el dolor es tan grande, que uno trata que cualquier cosa que aplaque ese dolor tan grande que estás sintiendo es mejor que esto", afirmó.
Tras ser consultada sobre si pensó alguna vez en el suicidio, la actriz respondió que "sentí ganas de no estar. No pensé como que voy a hacer esto para no estar y suicidarme. Pero sí algo que me aliviara. Y si hubiese tenido algo que me aliviara, sí. Y ese es el peligro de las depresiones, que terminan en suicidio porque no se soporta".
"Tengo algunos periodos borrados, no planifiqué un suicidio, pero recuerdo estar manejando y haber pensado, y tener las ganas, de soltar y ya. Tuve la lucidez de decirme a mi misma: 'chuta, ojo'", contó.
"Ahí me internaron y estuve algunos días en una clínica psiquiátrica porque yo llamé al psiquiatra y le dije: 'está grave la cosa. Estoy con pensamientos suicidas'. Entonces ahí estuve unos días en una clínica. Ahí es donde me regulan todos los medicamentos", reveló.
Finalmente, la intérprete afirmó que cuando fue diagnosticada "fue un alivio porque sentí que me decían 'sabes, tú no estás loca. No eres complicada, no estás loca. No, tú tienes una enfermedad, y esta enfermedad se trata de esta manera'. Uno aprende a conocerse también, y uno sabe cuáles son los límites".