AFP
¿Esta manzana contiene pesticidas, es transgénica o porta la bacteria E. coli? ¿Cuántas calorías tiene? ¿Engorda? A simple vista es imposible saberlo, pero una nueva generación de escáneres pronto podrá permitir al consumidor verificar por sí mismo lo que come.
Esta tecnología basada en el espectrómetro ya ha sido dominada desde hace tiempo, pero nunca con este uso.
Consiste en que el escáner envía un haz de luz hacia una fruta, una legumbre o un trozo de carne, que rebota las ondas. Éstas son analizadas y permiten obtener información del producto: cantidad de carbohidratos, lípidos y fibra, así como las calorías que contiene y otros datos.
Todavía no es posible escanear un plato preparado, como una pizza o una torta, a menos que se escaneen separadamente todos los ingredientes que se utilizaron en la preparación.
Pero varias empresas desarrollaron ya una versión de este escáner y buscan posicionarse en el mercado.
La israelí Consumer Physics, así como la estadounidense TellSpec, ya elaboraron escáneres diminutos que se pueden usar como un accesorio conectado a internet a través de un smartphone.
Consumer Physics asegura que ya comenzó a entregar sus primeros aparatos SCiO, que cuestan 250 dólares, mientras la primera generación del Food Sensor de TellSpec estará disponible en agosto o septiembre por 399 dólares la unidad.
TellSpec ya fue más lejos porque además calcula el índice glicémico, una importante información para los diabéticos.
La empresa afirma que también puede detectar la presencia de gluten, nueces, maní, huevo o leche, que son las principales fuentes de alergias.
En cuanto a los pesticidas o los alimentos genéticamente modificados (OGM), el director general de Consumer Physics, Dror Sharon, estima que será cuestión de tiempo.
"Nos ocuparemos de los pesticidas el año que viene", explica Isabel Hoffman, directora general y fundadora de TellSpec.
Entrar al teléfono
Pero para imponerse en este nuevo mercado, la clave no es tanto el alcance de la información que se puede obtener, sino la comunicación con el teléfono. Una vez que el escáner esté dentro del smartphone, la herramienta será más útil para millones de consumidores.
"Tengo la seguridad de que es factible", asegura Dror Sharon, si bien no quiere especular con una fecha aproximada de lanzamiento.
Trabaja actualmente con Analog Devices, una firma estadounidense especializada en tecnología conectada, con la cual firmó un acuerdo en febrero.
"Hace 15 años, habría sido difícil imaginar que cada uno de nosotros iba a tener un GPS en su teléfono", recuerda Sharon, previendo una democratización similar para este escáner de comida.
Mientras ocurre este giro decisivo, la cadena de hipermercados Target tomó a todos por sorpresa cuando anunció, a fines de marzo, que pondrá en marcha un programa basado en este escáner en colaboración con Ocean Optics.
Pero este programa no consiste en que la empresa ofrecerá a los clientes la posibilidad de escanear los productos, sino que más bien enfrenta otro importante factor en esta democratización: la implementación de una base de datos confiable.
Para saber si una manzana, un queso o un churrasco presenta las características que se espera que tengan, se debe disponer de un punto de referencia que sea incuestionable. Ésta se consigue escaneando miles de productos similares y creando una base de datos.
Mientras TellSpec y Consumer Physics se basan en muestras, Target cuenta con el flujo masivo de mercancías que pasan por las plataformas logísticas de Lake City (Florida) y Cedar Falls (Iowa), donde los escáneres ya están funcionando.
Dar poder a los consumidores, éste es el credo. Pero, en la letra pequeña, esta nueva herramienta puede significar el fin de un sistema en el cual algunas prácticas agroalimentarias han mermado la confianza de los consumidores.