Hay quienes trabajan día tras día con lo invisible, ya sea porque es más que diminuto o mucho más enorme que lo que esa palabra pueda abarcar.

Muchos de ellos son científicos que después quieren contarle al mundo lo que encontraron. Y en mayor o menor medida, a todos nos fascina saber, aunque a veces nos cueste trabajo entender.

Es entonces cuando entran en acción comunicadoras científicas como Kimberly Arcand y Megan Watzke -del Observatorio Chandra de rayos X de la NASA- quienes actúan como una suerte de traductoras.

"Empezamos con códigos binarios -unos y ceros- y los transformamos en imágenes bi o tridimensionales, como un modelo visual de una estrella explotando o un viaje en realidad virtual alrededor de los restos de la estrella que explotó hace tiempo, por ejemplo", le cuenta a BBC Mundo Kimberly Arcand.

Esas visualizaciones les sirven a los científicos para sus propios trabajos, pero Arcand las hace también para nosotros, para presentarnos descubrimientos, esquinas del cosmos, fenómenos asombrosos.

Para poder concebir lo inconcebible

Tras años de experiencia con el público, Arcand y Watzke notaron que hay unas preguntas que se repiten: cuán grande, rápido, caliente, antiguo, lejano...

En resumen, cuestiones relativas a la "Magnitud: la escala del Universo". Así se llama el libro que crearon, ilustrado por Katie Peek, una astrofísica dedicada a la visualización de datos y el periodismo científico.

Para ellas, es una especie de texto sobre la gramática del lenguaje del Universo, una base para aprender a "hablar en escala".

"Hay objetos de los que hablamos que son enormes, como las supernovas. Pueden tener un área de 40.000 billones el área de nuestro Sol. Comunicar esa gigantesca escala es difícil, pues nuestros cerebros están acostumbrados al tamaño humano. Así que en el libro hacemos comparaciones para que sea más fácil de entender", señala Arcand.

No sólo la enormidad es difícil de imaginar, también la pequeñez.

La idea es ir por pasos: "Puedes comparar la velocidad en la que vas por una carretera con la velocidad de un cohete, y la de este, con la velocidad de la luz... son grandes saltos, pero si al menos tienes un primer elemento que conoces, ayuda a entender lo que viene".

"¡Hay tanto que comparar en nuestro Universo! Desde cuerpos celestiales hasta las entrañas en nuestro cuerpo. Todas esas comparaciones nos ayudan a captar los conceptos".

Y es importante captarlos, en el mismo sentido que es importante saber leer y escribir.

"Nuestra vida diaria, las noticias, todo está repleto de cantidades que debemos comprender para tomar decisiones informadas sobre asuntos que nos afectan, desde el número de partículas en el aire contaminado que respiramos hasta los valores de las acciones de la bolsas".

Estar consciente de lo que significan esos números ayuda a comprender el contenido de la vida cotidiana.

Algunas escalas

En términos de rapidez, por ejemplo...

  • La hierba crece a 2 x 10 ^ -8 m/s
  • La velocidad más rápida registrada de Usain Bolt fue de 12,4 m/s en el sprint de 100 metros en el Campeonato Mundial 2009 en Berlín, Alemania
  • El animal más rápido en la Tierra, el guepardo, puede correr el mismo evento en menos de la mitad del tiempo a una velocidad máxima de 27 m/s


Caliente o frío...

  • La temperatura más fría producida por el hombre que hayamos registrado en la Tierra fue en un laboratorio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), donde los investigadores enfriaron las moléculas de sodio a 0.00000005 K (o 500 nanokelvins).
  • La temperatura natural más fría registrada (a nivel del suelo) fue de 184 K, medida en la estación Vostok en Antártida en julio de 1983.
  • La temperatura promedio de tu cuerpo es dos veces más cálida que la temperatura registrada en la estación Vostok.
  • El oro fundido es 4 veces más caliente que la temperatura corporal promedio.

Sabías que...

  • En el tiempo que le toma a un colibrí batir sus alas una vez, su cuerpo puede producir 25.000 glóbulos rojos.
  • Volviendo a Usain Bolt, durante los Juegos Olímpicos de 2016, estableció un nuevo récord mundial para la carrera de 100 m, y la completó en 9,81 s.
  • En esa misma cantidad de tiempo, el mismo colibrí habría batido sus alas casi 800 veces.
  • El tiempo de Planck o cronón es la medida científica de tiempo más pequeña ideada por los humanos. Para tener una idea, un parpadeo toma 550.000 sextillones tiempos de Plank, eso es 550 seguido por 39 ceros.
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