Por Nancy Castillo E.
El PPD Sergio Bitar tiene una forma particular de responder: se hace preguntas solo mientras elabora una respuesta. Tal vez sea porque de sus 76 años más de cuatro décadas las ha vivido desde un cargo político, sea como ministro de Allende, Frei o Lagos, o senador, y eso le permita anticipar las consultas periodísticas. O tal vez, porque entre medio de esos años se ha dedicado a escribir libros vivenciales y de análisis político y en estos últimos el auto cuestionamiento es un método de raciocinio.
Hoy está en el comité estratégico del candidato del PS, PPD, PC, IC y MAS, Alejandro Guillier. Y desde ahí y desde su experiencia política dice que la “estructura partidaria es más débil hoy” justo cuando nuevas clases medias emergentes demandan más.
-¿Esta candidatura de Alejandro Guillier es capaz de encarar estos nuevos desafíos?- se pregunta él mismo-.
-No es fácil –se responde- los tiempos son cortos, no estamos hablando de una mera continuidad, tampoco estamos hablando de mantener el estilo de antes, aquí hay un intento de hacer un ajuste mayor de adaptación a la realidad –y agrega- Yo creo que para la gobernabilidad y el progreso de Chile es indispensable un proyecto de centro izquierda-.
Puede ganarse o perderse una elección, pero el proyecto político es lo fundamental
-¿Tiene Guillier el liderazgo político para plasmar ese proyecto? Él era promotor de primarias y no se realizaron; pidió a los partidos que llegaran a acuerdo con la DC y no lo lograron. Ahora cuando tiene problemas de financiamiento para la campaña, sus partidos dicen que tienen otras prioridades.
-Los acontecimientos de los últimos meses como la decisión del Partido Socialista y la Democracia Cristiana, para mencionar algunos, son expresión del término de un ciclo de forma de hacer política con una gran coalición con un sistema binominal, y con la cohesión y la ventaja que esa coalición le ha traído al país. ¿Se le puede pedir a una persona que supere todos esos problemas? Lo que se le puede preguntar a esa persona y al movimiento político que está detrás, es si acaso puede reordenar estas nuevas fuerzas para proyectar un futuro mejor y con un gran proyecto político, y se está haciendo un esfuerzo importante en eso. Guillier tiene ese potencial, tiene austeridad, sencillez, no pertenece a la élite, son todos factores que creo que si la ciudadanía los valora bien todavía hay tiempo para revertir esto. Pero mi convicción de fondo, más allá de cuántos votos saquemos –aunque vamos a pasar a la segunda vuelta-, es que el deber político de quienes pensamos con una lógica progresista, es siempre dejar instalada la fuerza de la convicción de un país mejor, a través de este camino de reformas graduales, llamémoslo progresista, socialdemócrata. Puede ganarse o perderse una elección, pero el proyecto político es lo fundamental y en eso creo que se está haciendo una contribución. Y yo tengo esperanzas de que en los tres meses que quedan revertiremos la percepción de desánimo, y otras veces de desconcierto, porque va a haber una instalación mucho más potente de esa idea.
-Francisco Vidal dijo que Guillier tenía que extirpar los tumores del pesimismo; pero después vemos fotos de una sede del candidato vacía porque no hay financimiento, un titular de diario que dice: “Ni sus partidos le prestan plata”. No es optimismo lo que esto refleja.
-No es una imagen casual, o sea si la ponen ciertos diarios, cuando La Segunda dice ‘Ni sus partidos le prestan plata’, lo cual es mentira, uno dice no es casual nada de esto. Acá hay orientación política clara de todos los medios escritos, de los dueños de los medios, y las líneas editoriales. Ahora, desconocer que ha habido descoordinación sería un error, pero creer que es algo permanente también es un error, esto se está superando y yo lo veo. Ahora falta más capacidad, falta más gente que quiera participar, ha venido más gente, pero el presupuesto final es para arriba.
Desconocer que ha habido descoordinación sería un error
-¿No percibe el mismo ambiente pesimista que se vivió en la campaña de Eduardo Frei?
-Es muy distinto. No nos olvidemos que con Frei llegamos a cerca del 50%, o sea, perdimos por muy poco. Y ahí claro, cuando emerge Marco Enriquez-Ominami y se lleva el 20% de los votos era más una percepción de trizadura dentro de la Concertación.. Hoy no tenemos sistema binominal y vamos con dos candidatos. Son cuadros distintos, desafíos más complejos. Además, hay otras fuerzas políticas que se están organizando, a la izquierda y a la derecha. También veo una cosa que es importante, el gobierno de la presidenta Bachelet va a ser juzgado como un gobierno muy importante en la historia de Chile por la magnitud de los cambios socio-políticos y económicos que ha impulsado, como en energía, en probidad, en pensiones, inclusión, educación, salud. Esta fuerza progresista que marcó el gobierno de la presidenta Bachelet no va a ser igual en lo que viene.
-¿Por qué?
-Lo que yo percibo es que la ciudadanía ahora está menos inclinada a grandes transformaciones porque se acaban de hacer varias, y está más inclinada por fórmulas y propuestas concretas para resolver sus problemas y mejorar la situación en que se encuentra; y en ese sentido creo que una gran campaña de centro izquierda tiene que ser capaz de capturar ese momento con medidas concretas, abordar los problemas que más acucian a la ciudadanía en el hogar, y ahí está la economía, el empleo, la seguridad en materia de salud, de educación, de pensiones. Y afuera del hogar, la seguridad ciudadana.
Guillier no tiene experiencia en materia de gestión partidaria o de manejo en la esfera política, pero aprendió muy rápido
-Vidal decía que uno mira a Piñera y está el concepto de crecimiento. Si uno mira al Frente Amplio ve reformas mucho más profundas. Hasta ahora no está claro qué ofrece Guillier.
-La proyección de la apuesta progresista es más compleja que las otras dos, porque no es ni puro mercado, ni puro voluntarismo, es cambio sobre la base de una mayoría y de la viabilidad técnica de lo que propones. Los ingredientes del proyecto de Guillier son crecimiento con equidad, con sustentabilidad ambiental, y con una estructura de participación mucho más activa y un gobierno más ciudadano.
El contraste con la derecha es muy neto, la derecha está colgando de una sola persona y de un mito. Ese mito es el del crecimiento, porque si uno ve cuánto creció el país en su gobierno, cuántos empleos reales se crearon, parte fue una reconstrucción por un terremoto y otra por un cobre a US$ 4 la libra. Eso demuestra que no era por Piñera sino la situación económica internacional.
Son dos miradas muy distintas del Chile que queremos.
-Está claro. Son dos miradas muy distintas. La pregunta es por qué no logran trasmitir la de Uds.
-El desafío que tenemos es marcar esto y es lo que ha hecho Alejandro Guillier en las últimas intervenciones ¿Por qué no se hizo antes? Por varias razones, la primera es que un candidato independiente tiene que ir con una firma al lado de cada notario para poder conseguir su inscripción y eso absorbió mucha energía. También hubo problemas de sincronización entre candidatura presidencial y partidos, porque muchas veces son lógicas distintas. Alejandro Guillier no tiene experiencia en materia de gestión partidaria o de manejo en la esfera política, pero aprendió muy rápido y eso también es una ventaja: no quedar apresado por las lógicas antiguas. Los partidos también se dieron cuenta que esta cosa requiere de un desafío mayor y de más apertura, ¿Lo han logrado? No. Lo otro es que si hay un término de ciclo, no es llegar y decir ¡vamos a iniciar una nueva etapa!
Mucha gente del progresismo ha tomado el camino equivocado, que es andarse quejando y no ponerse a la altura del proyecto nuevo que necesitamos
-Estos problemas procedimentales que ha tenido Guillier, ¿no tienen que ver con decisiones políticas que tomó él y que han afectado su propia candidatura, como mantenerse como independiente?
-Ninguno de nosotros había anticipado que el cambio legal para favorecer la igualdad de condiciones con financiamiento público iba a derivar en una situación de asfixia para los independientes ¿Se le puede atribuir eso a Guillier? No ¿Se le puede pedir a alguien que no sea lo que es? Perdería la confianza de la ciudadanía. Él es independiente y creo que debemos sacarle provecho a ese rasgo, porque ¿cuántos somos los militantes de partido? Ni el 3% de la ciudadanía. Entonces, los percances que él ha tenido nacen de esta nueva etapa en condiciones distintas.
-Sólo quedan tres meses para las elecciones…
Sí. Los tiempos son cortos, tenemos problemas de tiempo, de instalar lo nuevo, pero en política uno aprende que las cosas son como son. Yo encuentro que mucha gente del progresismo ha tomado el camino equivocado, que es andarse quejando y no ponerse a la altura del proyecto nuevo que necesitamos. El tema no es Guillier, el tema es el proyecto progresista y Guillier lo encarna hoy, como otros u otras podrán encarnarlo mañana; pero quien deserta de ocuparse del futuro de Chile con la visión que tiene de progresista, traiciona lo que son las tareas que hemos realizado desde la lucha contra la dictadura.
-¿A quién se refiere con esos sectores del progresismo que se quejan tanto?
-Hay muchos que se quejan y después se van para la casa y no hacen nada. Es una responsabilidad política buscar una salida de centro izquierda, apoyar a Carolina Goic o a Alejandro Guillier
El difícil financiamiento
¿El problema de financiamiento para la candidatura de Guillier, se arregló?
-Sobre el financiamiento me llama la atención la distinta mirada que tiene el presidente del Servel, Patricio Santamaría, que es un abogado (y que dijo que no había limitación para que el BancoEstado hiciera préstamos a candidatos parlamentarios), que la que tiene el ministro Nicolás Eyzaguirre que no es abogado. Yo me quedo con la opinión de Santamaría y no con la de Eyzaguirre, no veo por qué Eyzaguirre tiene que hablar de esto cuando se ve que este es un problema mayor y que el ideal sería que hicieran un esfuerzo por arreglar el problema, no por crear más problema.
¿Ud opina que el BancoEstado extiende demasiado la interpretación del artículo 60, que dice que si órganos del Estado firman contrato con parlamentarios estos pueden perder el cargo?
-Uno podría consultar con el Tribunal Constitucional si, en este caso, se trata de un candidato presidencial o se trata de un senador, porque si no fuera un candidato presidencial no habría discusión. El hecho es que se le está pidiendo un adelanto contra una ley que aprueba los recursos para poder financiar una campaña a un candidato presidencial, o sea son situaciones muy específicas. Una interpretación del tribunal constitucional, habría sido útil, pero ya puede ser tarde. Ahora hay que arreglársela con lo que hay y no hay más que donaciones menores, con un desequilibrio financiero con la derecha enorme.