Crítica e ironías han surgido desde la oposición por la suma urgencia que le puso el Gobierno de Gabriel Boric al proyecto que establece el 15 de septiembre como el Día Nacional del Pajarete. 

Parlamentarios de oposición cuestionaron que se haya priorizado el discutir dicha moción parlamentaria y aseguraron que las urgencias del país hoy son otras.

“Estamos teniendo una sequía legislativa tremenda. No puede ser que le demos urgencia al Día del Pajarete, del licor, del arriero. Yo creo que el país necesita más seguridad, control migratorio, educación, salud. Esas son las urgencias”, expresó el diputado exmiembro del Partido de la Gente (PDG) Rubén Oyarzo. 

El diputado de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) Jaime Mulet defendió la aprobación de la norma, asegurando que solo tomó 15 minutos de la Cámara de Diputadas y Diputados, y que está dirigida a los pequeños agricultores de Atacama y Coquimbo.

“Lamento mucho que parlamentarios de la derecha se opongan a que se destinen 15 minutos, porque no fue más que eso, a un proyecto de ley que es muy importante para muchos pequeños agricultores de las regiones de Atacama y de Coquimbo, que producen este vino generoso”, expresó Mulet. 

“Esto también es importante. La discusión que hicieron a propósito en la sala se demoró más que la aprobación de esta ley que es de fácil despacho. Dañan y no entienden lo importante que es para los agricultores relevar sus productos, su trabajo artesanal, porque eso también es parte del país”, añadió molesto. 

Qué es el vino pajarete

Tal como se menciona en la moción, los pequeños vitivinicultores del territorio precordillerano del Huasco Alto definen al pajarete como un vino naturalmente dulce y aromático. Está asociado a la cosecha temprana de la uva, que se logra dadas las características agrícolas y climáticas del territorio. 

Según se acota en la ley, el pajarete es elaborado con esfuerzo para lograr obtener un licor diferente. Aplica tanto por la elección de las uvas como por el tratamiento de la uva (asoleado) y su cuidada elaboración. Esto hace que mantenga su prestigio como vino seleccionado, que representa un patrimonio para el norte chico de Chile.

El pajarete es el primer vino chileno reconocido con denominación de origen. Sus primeros registros en Chile se remontan al 25 de agosto del año 1790, en la aduana de Coquimbo. En esa época, una partida de cuatro docenas de botellas de pajarete se embarcó para el abastecimiento de la tripulación del “Águila”, mercante que servía la ruta de El Callao a Coquimbo y Valparaíso.

Sin embargo, hay quienes sostienen que la producción artesanal de esta bebida junto al aguardiente y al pisco, realizada por campesinos/as y pequeños/as viticultores del Huasco, representa una singular y específica tradición que se ha mantenido viva por más de trescientos años a través del traspaso de los saberes entre generaciones.

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