En Finlandia, un país líder en educación mediática en Europa, las habilidades necesarias para detectar bulos forman parte del currículo educativo, en pleno auge de las campañas de desinformación y noticias falsas.

"¿Quién sabía ya qué es un trol?", pregunta Saara Varmola, profesora de lengua y literatura finlandesas, a sus alumnos de entre 14 y 15 años, antes que todos levanten la mano durante una clase en una escuela de Helsinki.

En un mundo cada vez más saturado de noticias engañosas, las preguntas claves son: "¿quién produce el contenido que consumes? ¿qué produces tú mismo y si tienes responsabilidades éticas?", explica Varmola a AFP.

Al enseñar a sus ciudadanos a analizar de forma crítica el contenido mediático, a desacreditar bulos y noticias falsas y a crear contenido propio, Finlandia quiere promover la educación en el uso de los medios como una habilidad cívica.

El país nórdico fue uno de los primeros en Europa en definir una política nacional de educación mediática en 2013.

En 2019, pasó a formar parte de las asignaturas en primaria y secundaria.

Para mejorar las capacidades de adultos y personas mayores, oenegés y bibliotecas públicas ofrecen cursos.

"La educación mediática es esencial para construir resiliencia social, y Finlandia se dio cuenta de esto muy pronto", dice a AFP el ministro de Educación, Anders Adlercreutz.

"Es especialmente importante tener la capacidad de evaluar de forma crítica lo que uno lee, dado que los medios tradicionales producen cada vez menos la información que recibimos", añade.

 

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