El Presidente de la República, Gabriel Boric, promulgó este lunes la ley que endurece las penas para quienes cometan delitos económicos, o contra el medio ambiente, y que había sido resistida por algunos sectores empresariales, pese a tener amplio respaldo en el mundo político.
El mandatario aseguró que nuestro país, con esta nueva legislación, es un poco más justo, y pidió a todos los sectores sumarse en rechazar los delitos que afectan a “la fe pública”.
“Es cierto que el haber recurrido por parte de algunos gremios empresariales al Tribunal Constitucional termina por fortalecer esta legislación. Aunque más allá de lo jurídico debo confesar que lamento que a la hora de avanzar en justamente legislaciones de estas características que reestablezcan las confianzas, no nos sumemos todos”, expresó el jefe de Estado.
“Con esta ley, desde hoy tenemos un sistema más sólido que nos ayudará a tener un Chile más justo y a recuperar el largo camino de la recuperación de confianzas que tanta falta nos hace como país”, añadió.
La nueva ley establece un sistema especial de determinación de la pena, de sustitución de penas, de determinación y cuantía de la multa y de inhabilitaciones especiales, para los delitos económicos y contra el medioambiente.
El objetivo de la norma era modificar diversos cuerpos legales para ampliar la responsabilidad penal de las personas jurídicas, y regular el ejercicio de la acción penal, respecto de los delitos contra el orden socioeconómico que indica.
Los grandes empresarios, mediante la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), presentaron un recurso al Tribunal Constitucional, acusando que la ley apuntaba contra “un determinado grupo de personas”, pero el TC descartó que fuese inconstitucional.
“Por muchos años la ciudadanía ha visto con impotencia como los que son llamados delitos de cuello y corbata suelen recibir castigos menores que otros delitos, aun cuando involucran grandes sumas de dinero. Frente a eso hay una percepción en la ciudadanía de que a veces parecieran haber dos justicias, una para ricos y otra para pobres”, planteó el Presidente Boric.
“Tenemos todo el deber de trabajar para que esa percepción no se asiente y no sea real. Creo que la promulgación de esta ley es un paso importante en esa dirección, y en la recuperación de las confianzas en las instituciones.