El Banco Mundial realizó un estudio económico donde se planteó cuánto ha afectado el coronavirus a las familias chilenas, aumentando la pobreza y la vulnerabilidad desde el inicio de la pandemia.
En en análisis se dividió a los hogares chilenos en cuatro grupos. Pobres, aquellos con ingreso per cápita por debajo de la línea de la pobreza; vulnerables, aquellos cuyo ingreso per cápita equivalente está por encima de la línea de la pobreza nacional pero por debajo del umbral inferior de la clase media de US$13 en paridad de poder de compra (PPP); clase media, cuyo ingreso está entre US$13 y US$70 y clase alta, quienes tienen un ingreso per cápita equivalente mayor o igual al umbral superior de la clase media.
Según detalla El Mercurio, se registró un incremento en el tamaño de los sectores intermedios del país. Además, el crecimiento sostenido del país durante la última década permitió una disminución de las familias en situación de pobreza y vulnerabilidad.
En ese sentido, una gran mayoría de los hogares pertenece a la clase media pasando de un 35,8% en 2009 a 58,8% en 2017. Junto con eso, el Banco Mundial afirma que la población en clase media del país es mayor a la que se observa en otros países de Latinoamérica.
Sobre el impacto de la pandemia, el análisis apunta a que el ingreso per cápita cayó alrededor de 40% en los hogares donde al menos uno de sus integrantes perdió su trabajo. Además se plantea que medidas de ayuda económica como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) lograron contener los efectos negativos de la pandemia, pero no lograron compensar la caída en los hogares vulnerables y de clase media.
Se estima que cerca de 2,3 millones de personas de clase media cayeron a vulnerabilidad mientras que 300 mil personas de clase alta pasaron a ser clase media, según los resultados de la entidad para el 2020.
Para el 2021 el Banco Mundial espera la recuperación de la economía aunque aún existe incertidumbre.