Un millón de casos de coronavirus ha registrado Chile desde el 3 de marzo de 2020, cuando se dio a conocer el primer contagio a nivel nacional. Desde entonces que nuestra vida, rutinas y expectativas han cambiado por completo.
Chile llega a esta cifra -donde 936 mil se consideran como recuperados y 42 mil en etapa activa del COVID-19- en medio de un nuevo brote de casos, atribuido a los efectos del permiso de vacaciones y la llegada de nuevas variables mucho más contagiosas.
En este contexto, en T13.cl hacemos un repaso de lo que debemos saber del virus y las maneras de prevenirlo. Si bien la mascarilla sigue siendo la principal medida de precaución (junto al lavado de manos y el distanciamiento físico) ahora más que nunca NO DA LO MISMO la calidad de la mascarilla ni cómo la utilizamos.
¿Cómo se transmite el virus?
Esto es lo que sabíamos desde hace meses y la evidencia no hace más que confirmarlo.
Cuando hablamos o respiramos producimos partículas respiratorias de diversos tamaños que viajan por el aire y que tienen el potencial de infectar a quienes están cerca. Especialmente, si acercamos nuestros rostros (muestra de ello es que los mayores índices de contagio dentro de un hogar se dan entre las parejas -27,8%- que respecto de otros miembros de la familia, donde se sitúa en un 17,3%, de acuerdo a un estudio realizado por la universidad Virgina Tech).
Aunque la evidencia apunta a que las partículas tienden a caer a la superficie rápidamente, pueden mantenerse en el aire y viajar a través de las corrientes generadas en espacios cerrados producto del aire acondicionado y/o la mala ventilación.
Es en este contexto que hay ciertos lugares donde el riesgo de transmisión aumenta exponencialmente, entre ellos las fiestas, cumpleaños y otros eventos sociales, donde una persona con coronavirus se puede transformar en un "supertransmisor".
Aunque salir de casa sería, en general, seguro -considerando que las particular virales se diluirían rápidamente- un estudio de Virginia Tech señala que todo esto no aplicaría cuando las personas se encuentran cerca, y rompen la distancia social. Si bien el virus no se transmite tan fácil como el sarampión o la tuberculosis, basta con que se den las condiciones propicias para que la probabilidad de contagio aumente de manera exponencial.
¿Por qué las nuevas variantes han venido a complicarlo todo?
"La pandemia está siendo más agresiva", resume la académica del departamento de infectología de la UC Marcela Potin ante el surgimiento de nuevas variantes del virus, de las cuales al menos la británica, la brasileña y la de Nueva York se encuentran presentes en el país por efecto de los viajes de vacaciones.
"No conocemos el volumen de las variantes, pero los países que han sido afectados por estas variantes la velocidad de contagio es hasta el doble más rápido", explica la académica.
Aunque se cree que las vacunas nos ofrecerán algún grado de protección frente a estas nuevas variantes -Pfizer con la variante británica y Sinovac mostraría una buena performance- por el momento no existen estudios concluyentes. Es por esto que es clave la prevención.
"El contagio sigue siendo aéreo, por transmisión de estas microparticulas que quedan suspendidas en el aire. Por eso es fundamental la mascarilla y ventilar los espacios donde trabajamos o vivimos", enfatiza la infectóloga Claudia Cortés.
En tanto, la viróloga Vivian Luchsinger explica que más que un cambio en los mecanismos de transmisión "aparentemente las variantes que tienen mayor transmisibilidad tienen dentro de su estructura mecanismos que favorecen su ingreso a las celulas. Entonces no es que cambie el mecanismo de transmisión, sino que esto lo hace más efectivo, y si tienen mayor facilidad para ingresar a las células podrían necesitar menor cantidad de partículas virales para poder infectar".
¿Por qué no da lo mismo la mascarilla que usamos?
Aunque durante meses muchas personas optaron por higienizar cada producto que entraba a sus hogares, la evidencia respecto de la efectividad de ese tipo de medidas no es mucha.
Lo que sí es un hecho es la efectividad de las mascarillas, aunque no da lo mismo cuál utilizamos ni como la manipulamos.
"Si bien habíamos dicho que cualquier mascarilla era mejor que nada, creo que en este momento el ideal seria usar mascarillas quirúrgicas de 3 capas o si alguien tiene la posibilidad de usar N95, mejor", explica Marcela Potin.
Es por esto que la experta señala que "mascarillas caseras, de estas fancy, doradas, con monitos, en esta fase no las usaría o solo las usaría sobre la otra, pero no de forma exclusiva".
"Las mascarillas de género tienen que ser de al menos tres capas y de TNT, no sirve cualquier tela. Por lo tanto, en este escenario es necesario utilizar mascarillas de mayor eficacia, como la N95, pero es necesario asociar esto al distanciamiento físico", agrega Vivian Luchsinger.
En esta misma línea, Claudia Cortés plantea que "el ideal es siempre usar la mejor mascarilla disponible, pero las mascarillas desechables implican un gasto importante. Pero sí, el ideal es usar las mejores mascarillas, y el resto de las medidas de prevención son las mismas que venimos repitiendo desde hace meses, y que son altamente efectivas".
Otro factor es el uso de las mascarillas que siempre deben USARSE SIEMPRE CUBRIENDO LA BOCA Y LA NARIZ. Y nunca tocar la mascarilla, ni posicionarla en la barbilla para hablar por celular o comer.
"El uso de mascarilla, pero bien utilizada. Uno ve personas con la mascarilla, pero no se cubren la nariz o la tienen en el mentón, y eso no sirve. la mascarilla tienen que quedar bien ajustada al nivel de nariz y de boca", explica Luchsinger.
Otro factor importante es que las mascarillas tienen un tiempo acotado de uso, de aproximadamente cuatro horas.
En caso de tener que ajustarla o retirarla para comer, es necesario lavar las manos con alcohol gel antes y después de manipularla.
Y si bien la mascarilla KN95 se puede volver a utilizar, esto es bajo ciertas condiciones y en la medida que sean guardadas correctamente, no encima de la mesa, por ejemplo.
Tampoco son efectivas las mascarillas de plástico utilizadas por rostros de televisión ni los protectores faciales por sí solos. En caso de utilizar un escudo facial este debe utilizarse de forma complementaria a la mascarilla, explican las expertas.