Según un estudio realizado por la Universidad de Valparaíso, basado en los datos entregados por el Ministerio de Salud, cada año cerca de 11 mil chilenos son hospitalizados por el daño que les genera el uso continuo de fármacos, tanto por automedicación como por la larga duración de un tratamiento.
De acuerdo al informe, durante 2017, 115 personas fallecieron a causa de este hecho, un fenómeno que preocupa a las autoridades no solo por estas cifras, sino porque es algo que va en alza.
En 2010, los días de hospitalización por este hecho en el sistema público sumaban 64.807, y en siete años ese número aumentó un 34%, alcanzando un total de 89.581 días de cama ocupados.
Juan Collao, académico de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso y uno de los autores del estudio, indicó en El Mercurio que "el sistema de salud invierte en construir hospitales, contratar médicos, pero dentro del proceso de antención, una vez que se le entrega los medicamentos a la persona, está absolutamente solo para llevar el tratamiento con éxito".
Esto no significa que los pacientes deban dejar de tomar los medicamentos recetados, sino que se hace hincapié en que su consumo debe ser constantemente monitoreado para evitar cualqueir complicación o efecto adverso.
Las principales víctimas del uso indiscriminado de fármacos son lactantes, preescolares, adolescentes y adultos mayores; y en la mayoría de los casos corresponden a envenenamientos por medicamentos (28%), dependencia de múltiples fármacos por enfermedades crónicas (9,63%) y envenenamiento por benzodiazepinas (5,97%).