"Dije que no iba a llorar, pero es imposible no llorar. Porque yo veo que pasa el tiempo y no se hace nada por mi hijo. Me da tanta impotencia".
Quien habla es Mery Cortez, madre del joven del origen ecuatoriano Romario Veloz, presuntamente asesinado por militares durante una manifestación realizada el pasado 20 de octubre en la región de Coquimbo, en el contexto del estallido social.
Cortez, quien es además dirigenta de la comunidad ecuatoriana y representante de los migrantes en Coquimbo, entregó un testimonio ante la Comisión de DD.HH del Senado sobre las circunstancias de la muerte de su hijo, de 26 años y quien vivía en Chile desde los 9.
"En una hora se le truncaron los sueños. A mi hijo lo mataron, porque era el único negro que estaba a en la fila, para su asesino fue un blanco fácil", aseguró.
A lo que alude Cortez es a una marcha que se realizaba ese día en la avenida Francisco de Aguirre, donde luego de algunos momentos los manifestantes bajaron hacia la ruta 5 y se acercaban hacia el mall Plaza de La Serena.
Según relataron testigos en su momento a un reportaje de The Clinic que reconstituyó lo ocurrido ese día, personal del Ejército comenzó a disparar sin previo aviso.
Ese día hubieron tres heridos. Romario, quien falleció tras recibir un disparo que perforó su cuerpo, Rolando Robledo, quien recibió un impacto en el abdomen y César Véliz, quien resultó herido en su pierna.
"Solo al negrito le tiraron directamente a matar", afirmó la madre del joven, quien estudiaba primer año de Construcción Civil en Inacap y tenía una hija de tres años.
Sobre las circunstancias en que Romario recibió el disparo, Mery fue enfática: "Mi hijo no estaba saqueando el mall, lo mataron frente al terminal, frente al monumento a Gabriela Mistral".
"En qué parte dice que está prohibido ser negro, no logro entender que mi hijo esté muerto por ir caminando en una marcha con las manos en los bolsillos", agregó en uno de los momentos más crudos de su relato.
Pero incluso la madre del joven se puso en el escenario de si su hijo hubiese estado saqueando el mall: "se supone que para eso está la justicia".
"Debieron coger a mi hijo, llevarlo preso, procesarlo, y en este momento yo estaría viendo a mi hijo en la cárcel, con vida, pero no muerto", agregó.
En la parte final de su intervención, la madre de Romario criticó la ausencia de representantes del Ejército, quienes si bien estaban citados, se excusaron.
"Qué falta de respeto, que falta de humanidad que no den la cara", dijo.
En esta misma línea, la abogada Adriana Rojas acusó "falta de colaboración del Ejército en el proceso", a casi un año de la muerte de Romario.
"Hay atisbos evidentes de discriminación hacia Romario y su familia. Hubo un acto que termina con la vida de una persona, no obstante a eso, tenemos un proceso judicial que avanza tremendamente lento, porque depende de información que entrega el Ejército, que se entrega de manera parcelada, incompleta", dijo.
Al igual que el comandante en jefe del Ejército, Ricardo Martínez, se ausentaron a la sesión los ministros de Interior y Defensa, Víctor Pérez y Mario Desbordes, ambos citados.
"Lamentamos la ausencia tanto del Ejecutivo como de representantes del Ejército", expresó el presidente de la comisión de DD.HH, Juan Ignacio Latorre (Frente Amplio)
En tanto, la presidenta del Senado -quien integra la instancia y es representante por Coquimbo- Adriana Muñoz, remarcó que "tienen que identificarse los responsables y quienes dieron la orden".
"No es posible que en democracia se hayan cometido este tipo de crímenes durante el estallido social, es inaceptable. Y lo más inaceptable es que se ha cubierto con un manto de inacción", manifestó.
Junto con esto, Muñoz calificó de "irresponsable" la decisión del gobierno de sacar a los militares a la calle tras las manifestaciones de octubre.
"Los militares son formados para una guerra, y a sabiendas de ello el gobierno los llamó a salir a las calles", sentenció.