Una mujer trans vivió incómodo momento mientras se cambiaba de ropa en el camarín de un gimnasio de la cadana PureGym ubicado en Inglaterra.
Sarah, cuyo nombre real BuzzFeed News retiene para proteger su seguridad, vivió tensos minutos en sucursal de gimnasio tras los reclamos de una mujer que se quejó de que "un hombre" estuviera utilizando el camarín de las damas.
La joven había sido miembro de PureGym hace más de un año y había estado utilizando el vestuario de mujeres durante aproximadamente dos meses hasta que ocurrió el incidente. Luego de haber utilizado la trotadora como lo hacía cada dos días, Sarah fue al camarín para cambiarse de ropa.
"Abrí mi casillero, iba a comenzar a cambiar, cuando el gerente se me acercó y me dijo que tenía que irme y que no se permitía a los hombres entrar al vestuario de las mujeres”, relató la joven al medio.
Al ver la reacción del personal, Sarah le aclaró que no era un hombre, sino una mujer transgénero. Pero esto no cambió las cosas para el representante del gimnasio, quien no dio su brazo a torcer tras el reclamo de otra usuaria. Incluso, le ofreció utilizar el baño para personas en situación de discapacidad porque era neutral en cuanto a género.
"Dije que no estaba discapacitado, no quería hacerlo, así que comencé a irme", continuó Sarah.
La situación se tornó más complicada cuando el gerente del local le preguntó a Sarah si ella se había sometido a una cirugía de reasignación de género, causando su indignación total.
"Pregunté si esa era la condición por la cual se permitía a las mujeres trans en el vestuario, que tuviéramos que haber tenido una cirugía, sabiendo que muchas personas trans no se hacen este procedimiento por muchas razones: porque es caro, o porque quieren esperar, o que sienten que no deberían recibirlo en absoluto ", explicó la chica.
La Ley de Igualdad proclamada el 2010 en inglaterra, que está diseñada para proteger a las personas trans de la discriminación, establece que "no es necesario que se haya sometido a ningún tratamiento o cirugía específica para cambiar su sexo de nacimiento a su sexo preferido". Continúa diciendo: "Esto se debe a que cambiar sus atributos fisiológicos u otros atributos de género es un proceso personal en lugar de uno médico".
Sarah se negó a compartir esa información íntima con el personal y, luego de proporcionar los datos de contacto, se fue.
Tras esta situación, un representante de PureGym confirmó el hecho a BuzzFeed News y dijo que esperaban poder comunicarse con Sarah para determinar una solución que le permitiera volver a usar el gimnasio cómodamente.
"En esta ocasión, el personal de PureGym se contactó con el miembro de manera discreta, luego de las preguntas de otros miembros, para acordar una solución sobre las instalaciones apropiadas para cambiarse", señaló el portavoz.
Sarah compartió su historia en un un acto de solidaridad con otras personas trans que han tenido experiencias similares. "He oído de otras mujeres trans que se han sentido avergonzadas o humilladas", dijo.
"Supongo que solo quiero que la gente sepa que si intentas ir al gimnasio y hacer ejercicio, no hay nada de qué avergonzarse".