Polonia se inquietó el lunes ante una escalada de la tensión ante la aglomeración de miles de migrantes en la frontera con Bielorrusia, en el límite oriental de la Unión Europea (UE), que denuncia tácticas "inaceptables" de Minsk.
"Fuerzas del Ministerio de Interior y soldados consiguieron frenar un primer intento de cruzar la frontera en masa", aseguró en Twitter el Ministerio de Defensa polaco.
Horas antes, el gobierno polaco había advertido de la presencia de un grupo de miles de migrantes que, escoltados por fuerzas bielorrusas, se dirigían hacia la frontera entre ambos países, foco de tensiones desde hace meses.
Imágenes y videos mostraban a grupos de cientos, a veces miles de migrantes, abrigados y con sus enseres encima, andando por una carretera o contemplando la valla fronteriza alambrada y protegida por agentes polacos con equipamiento antidisturbios.
La Unión Europea acusa al régimen bielorruso de Alexánder Lukashenko de promover la llegada en avión de migrantes de Oriente Medio y África a Minsk, para luego mandarlos hacia territorio comunitario en represalia por las sanciones impuestas por Bruselas por la represión en su país.
"Tememos que pueda haber una escalada de este tipo de acciones en la frontera polaca en un futuro cercano y de naturaleza armada", dijo el portavoz del gobierno polaco Piotr Muller.
La policía fronteriza había difundido videos de migrantes con cúters y ramas con los que tratar de abrir un hueco en la cortante alambrada.
Alemania pide acción comunitaria
Desde Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que "la instrumentalización de migrantes por objetivos políticos por parte de Bielorrusia es inaceptable".
Además, la dirigente del poder ejecutivo de la Unión Europea pidió ampliar las sanciones contra Bielorrusia y señaló que estudiaban la forma de sancionar también a las aerolíneas que llevan a estos migrantes a Minsk.
Alemania, adonde han llegado casi 5.000 migrantes desde la vecina Polonia, indicó que la problemática era una cuestión comunitaria y pidió acciones a la UE.
"Ni Polonia ni Alemania pueden hacer frente a esto solos (...) Tenemos que ayudar al gobierno polaco a asegurar su frontera exterior", dijo el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, al diario Bild.
Estados Unidos y la OTAN también acusaron a Minsk de usar migrantes para presionar a la UE.
"Ninguna amenaza"
El régimen de Lukashenko, cuya reelección en 2020 fue contestada por una ola inédita de protestas luego aplastada, niega estas acusaciones.
"Toda esta gente, mujeres y niños, no representa ninguna amenaza para la seguridad y no tienen nada de agresivo", dijo un responsable del cuerpo de fronteras bielorruso, Anton Bychkovsky, a la agencia estatal BelTA.
"Según estos refugiados, se han concentrado para formar un grupo bastante grande para impedir su expulsión forzada de Polonia", añadió.
Medios polacos difundieron entrevistas a migrantes que contradecían esta versión y explicaban que los bielorrusos los forzaban a cruzar la frontera.
La situación en esa zona se ha deteriorado desde finales de agosto. Polonia inició la construcción de una valla alambrada y declaró un estado de emergencia en la frontera que restringe el acceso de los medios.
Al menos diez migrantes han fallecido hasta ahora, siete de ellos en el lado polaco de la frontera entre ambos países, cubierta en gran parte por frondosos y fríos bosques donde muchos migrantes buscan escondite.