El líder opositor ruso Alexei Navalny, detenido desde su regreso a Rusia el domingo, será juzgado el miércoles en un caso en el que está acusado de difamación contra un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial, un delito castigado con una multa o prisión, anunciaron el martes sus abogados.
El comité de investigación ruso abrió en julio este caso por difamación contra Navalny, acusado de haber difundido informaciones "mentirosas e injuriosas para el honor y la dignidad" de un veterano de la II Guerra Mundial (1939-1945). Esa persona había manifestado en la televisión su apoyo al referéndum constitucional del pasado verano boreal para reforzar los poderes de Vladimir Putin.
La instrucción del caso fue suspendida durante la hospitalización del opositor en Alemania tras su presunto envenenamiento en agosto, del cual Navalny acusa al Kremlin, lo que refutan las autoridades rusas. Según la gravedad de los hechos, la difamación puede ser castigada con hasta 5 millones de rublos de multa (57.000 dólares, unos 56.000 euros) y cinco años de prisión. También puede ser objeto de penas más leves, como trabajos de interés general.
Aislado en una celda de cuarentena
Navalny fue detenido el domingo al regresar a Rusia procedente de Berlín y estará encarcelado al menos hasta el 15 de febrero por no presentarse ante las autoridades penitenciarias mientras estaba en Alemania recuperándose de su envenenamiento. La primera vista de ese juicio ha sido fijada para el próximo 2 de febrero, al día siguiente de que termine su cuarentena.
"Actualmente Navalny se encuentra en una celda para tres personas en la que está solo, ya que como ha llegado del extranjero debe pasar 14 días en cuarentena" por la pandemia del coronavirus, indicó en su cuenta de Telegram el secretario ejecutivo el Patronato Social de Presos (ONK) del Ayuntamiento de Moscú, Alexei Mélnikov.
"No ha sido objeto de presiones"
El secretario ejecutivo, que visitó al político opositor con otros miembros del ONK en la prisión, agregó que la celda de Navalny está equipada con una nevera, un televisor, una tetera eléctrica, y que cuenta con agua caliente. Mélnikov indicó que, según las autoridades penitenciarias, Navalny (directamente o través de sus familiares) puede encargar alimentos u otros artículos que necesite en la tienda de la prisión.
Según Mélnikov, el líder opositor manifestó que "no ha sido objeto de presiones físicas ni morales por parte del personal" del centro penitenciario. El activista anticorrupción, añadió el secretario ejecutivo del ONK, dijo que "está contento de haber vuelto a la patria y agradeció el apoyo recibido".