Una mujer de 35 años quedó enterrada viva en Massachusetts, Estados Unidos, mientras trabajaba en una obra en Northanptom.
El accidente ocurrió en mayo del 2021, cuando la trabajadora, Ashley Piccirilli, llevaba menos de una semana en su empleo. La mujer estaba en una zanja cuando un compañero le advirtió sobre una de las paredes de tierra, la cual se estaba desmoronando.
Sin poder reaccionar, Piccirilli quedó enterrada.
Durante media hora, la trabajadora quedó atrapada bajo tierra, hasta que sus compañeros lograron sacarla con ayuda de una excavadora.
Producto del accidente, la mujer quedó con fracturas en todas sus costillas izquierdas, además de la rotura de su clavícula izquierda y un pulmón colapsado.
Mujer logró sobrevivir a pesar de quedar enterrada
Según comentó Ashley, se concentró en mantener la calma y administrar su respiración para conservar el oxígeno. “Al principio, me sentí como cuando un amigo se acerca y te da ese 'abrazo de oso' y es un poco incómodo. Entonces pensé 'saben dónde estoy y vienen a buscarme', así que me quedé tranquila durante todo el proceso", expresó.
"Respiré muy, muy poco. No podía respirar profundamente porque no había espacio para que mis pulmones se expandieran", explicó. Asimismo, recientemente se había graduado de la escuela de la Guardia Nacional del Ejército, lo que según sus palabras, le ayudó a mantener la calma.
Al ser llevada a la urgencia de Baystate Medical Center, la mujer recuerda que tenía la consciencia de estar perdiendo mucha sangre.
“Vi algunas cosas confusas y también recuerdo a la gente corriendo y a un médico que me decía que iba a estar bien", relató Ashley.
Debido a la gravedad de sus heridas, el personal médico tuvo que solicitar asistencia médica adicional. "Estaba desangrándose cuando llegó. Estaba muy claro que necesitaba cirugía de inmediato. Estaba sangrando tanto que cuando encontramos el lugar (por donde) sangraba, pudimos escucharlo. Se llama 'sangrado audible'. Por eso pedimos ayuda adicional", explicó la cirujana Kristina Kramer.
Asimismo, durante la cirugía, la mujer sufrió un paro cardíaco. Tras 30 días en el hospital, logró recuperarse y se fue casa con un catéter central de inserción periférica.
En la actualidad, es suboficial del Ejército de Estados Unidos con la Guardia Nacional de Massachusetts.