La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) solicitó este jueves que se investigue lo que llama "una segunda ruta de desaparición" de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

En esta nueva pesquisa estarían involucrados dos elementos de la Policía Federal, así como agentes de la policía municipal de Huitzuco, municipio vecino a Iguala, ambos en Guerrero.

En este sitio desaparecieron 43 jóvenes normalistas la noche del 26 de septiembre de 2014.

Es la primera vez que un órgano del Estado mexicano señala una hipótesis distinta a la que sostiene la Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR).

La dependencia insiste que los estudiantes fueron asesinados y sus cuerpos incinerados en un basurero del municipio de Cocula.

La petición de la CNDH se presenta horas después que el presidente Enrique Peña Nieto dijera que no se renovará la estancia en México del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El mandato de los especialistas termina el próximo 30 de abril. El anuncio del gobierno ha causado polémica en el país.

Los padres de los estudiantes insisten en que la investigación sigue abierta y en que para encontrar la verdad es necesaria la participación del grupo designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

La ruta

La segunda ruta de desaparición forma parte de un avance de la investigación independiente que realiza la CNDH.

El jefe de la Oficina Especial del Caso Iguala de la Comisión, José Larrieta, dijo que una persona atestiguó el momento en que policías de Huitzuco se llevaron a un grupo de al menos 15 estudiantes.

Esto ocurrió a las afueras de Iguala, cerca del Palacio de Justicia y a un lado del puente conocido como Chipote.

Los jóvenes fueron subidos a patrullas municipales, que después se fueron por la carretera hacia Huitzuco.

Uno de los estudiantes que se llevaron fue Alexander Mora, de quien luego se encontró un trozo de hueso dentro de una bolsa con cenizas localizada en el río Cocula.

La CNDH pidió a la PGR investigar el vínculo entre su detención y el hallazgo de los restos.

El nuevo testimonio coincide con declaraciones previas de policías y el conductor del autobús de donde se llevaron a los jóvenes.

Disculpas

Pero además, el testigo dijo que dos policías federales presentes en el lugar, pero no hicieron nada para impedir la detención de los estudiantes.

Incluso señala que los agentes dijeron que su destino "era asunto del patrón".

Este personaje, señala la CNDH, es identificado como un jefe de la banda de narcotráfico conocida como Guerreros Unidos, ante quien se presentaron a algunos estudiantes, según el expediente de la PGR.

Larrieta dijo que el comentario "podría ser ejemplo del involucramiento de los policías federales".

Además, la Comisión también señala que un soldado vestido de civil tomó cuatro fotografías del momento en que los jóvenes abordan las patrullas de Huitzuco.

La participación del militar y de policías de ese municipio ya había sido señalada por el GIEI, que desde hace meses solicitó a la PGR que lo investigara.

La Fiscalía dijo que ya averigua estos elementos.

Por lo pronto, este jueves, los padres de los normalistas se reunieron con la procuradora Arely Gómez.

La reunión, dijo el vocero del grupo Felipe de la Cruz, "fue muy dura" porque le reclamaron el reciente informe que un grupo de expertos hizo sobre el presunto incendio en el basurero de Cocula.

Este documento señala que en el sitio se incineró a al menos 17 personas, pero reconoce que no puede afirmarse que se trata de los estudiantes de Ayotzinapa.

Según el vocero de los padres, les pidieron una disculpa porque no se respetó el acuerdo de analizar primero el informe antes de hacerlo público.

"La disculpa que hoy nos ofrecen la recibimos pero no es suficiente. Va a ser suficiente cuando nos digan dónde están, dónde tienen a los jóvenes y cuál es la verdad".

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