Al menos 60 fosas comunes han sido descubiertas en el estado de Guerrero, en el sur de México, en el curso de la investigación para ubicar a los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre del año pasado en la localidad de Iguala.

Según documentos oficiales liberados a petición de la agencia AP, los restos de 129 personas han sido recuperados de esas fosas.

Ninguno de ellos se ha vinculado a los estudiantes desaparecidos.

Según la información oficial, hasta ahora se ha podido determinar que hay restos de 112 hombres y 20 mujeres.

Se cree que el número de fosas podría ser mayor. La información otorgada a raíz de la petición de AP sólo cubre instancias en las que participaron especialistas.

Caso sin resolver

Los estudiantes desaparecidos, de un instituto pedagógico en Guerrero, habían viajado a Iguala para participar en una protesta.

El gobierno dice que el grupo de 43 personas fue interceptado por la policía y entregados a miembros de bandas vinculadas al narcotráfico que los mataron e incineraron sus cuerpos en el basurero de Cocula, una localidad cercana.

Miembros de estas bandas confesaron haber hecho precisamente eso, cuando se les dijo por error que eran integrantes de una banda rival.

Los restos quemados de uno de los estudiantes fueron encontrados en un basurero, pero muchas de las familias de los otros 42 estudiantes se rehusan a creer que están muertos.

Diversas instancias, entre ellas la Comisión Nacional de Derechos Humanos, han expresado dudas sobre la investigación oficial.

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