El 3 de agosto de 2011 Italia y España se conmocionaron con el suicidio de una joven tras lanzarse de un quinto piso. Diez años más tarde se conoce la triste verdad tras su deceso.
Se trata del caso de Martina Rossi, una joven genovesa de 20 años quien supuestamente se tiró desde la habitación de un hotel mientras vacacionaba con dos amigos en la isla española de Mallorca.
A pesar del paso del tiempo, los padres de la italiana sabían que su hija no se había quitado la vida, por lo que continuaron insistiendo para que se abrieran juicios que investigaran la responsabilidad de sus amigos en su muerte.
Tras cinco procesos judiciales, la Fiscalía recurrió al Tribunal de Casación, que reconoció que Martina se cayó por el balcón, pero no para suicidarse, sino que mientras escapaba para evitar que la violaran.
Bruno Rossi, padre de Martina, comentó a El Mundo que “por fin se ha hecho justicia. (...) Nadie podrá devolverme a mi hija, nadie podrá aliviar nuestro dolor eterno. Pero ahora Martina ha recuperado la dignidad”.
Los jueces de dicho tribunal condenaron a tres años de presidio a Alessandro Albertoni y Luca Vanneschi por intento de violencia sexual grupal.