La fotógrafo turca Nilufer Demir hacía tomas a un grupo de migrantes paquistaníes cerca de Bodrum, bordeando la costa suroeste de Turquía.
Rostros tras rostros de este drama humano desfilaban frente a su lente, con un efecto sobrecogedor.
De pronto, como si de una aparición absolutamente inexplicable se tratara, Nilufer detectó algo que le golpeó por completo todos sus sentidos.
Sobre la orilla de la playa yacía el cuerpo sin vida de Alan Kurdi, boca abajo y con sus pequeñas manos extendidas.
Sin pensarlo, Nilufer reaccionó como cualquier fotógrafo lo hubiese hecho: accionó su cámara.
La dura imagen que captó –y que no ha sido publicada por la BBC- mostrando al niño sirio de tres años inerme se ha clavado en lo más profundo de muchas personas.
"Tenía que tomar esa foto y no lo dudé", dijo la fotógrafo a DHA, la agencia donde trabaja. "Lo único que podía hacer era que el mundo escuchara su grito", comentó.
Sin embargo, Nilufer no imaginó lo alto que sonaría ese clamor que ha recorrido Europa y más allá.
En una estación de tren en Barcelona, España, también reflejaron el impacto de la trágica historia de Alan.
"Nunca pensé que una fotografía pudiera tener semejante impacto. Me gustaría que pudiera cambiar el rumbo que tienen las cosas en este momento", exclamó.
Pero ¿qué pudo generar ese impacto? ¿Por qué esta imagen logró lo que tantas otras no han podido?
Por qué
Will Wintercross es una galardonado fotógrafo de guerra que trabaja para el periódico inglés Daily Telegraph, y ha recorrido en Siria.
"Fotos como esta se toman todo el tiempo, pero generalmente son tan gráficas, que difícilmente se publican en los medios", explica.
"En Siria ves cosas tan grotescas que comienzas a filtrar las fotos que realmente podrás utilizar y las que sabes que nunca será publicadas".
El hecho que la foto de Alan fuera tomada en Turquía y no Siria, jugó un papel fundamental.
"Esta foto no fue tomada en una zona de guerra, ni en Siria. El que fuera tomada en una playa de Turquía provocó que la gente se detuviera y la viera", señaló Wintercross.
Luego está la composición de la imagen, que es ciertamente es terrible pero no grotesca, como lo son muchas de las fotografías de guerra.
"Esta foto es impactante, pero la mitad de lo que ocurre pasa en tu subconsciente, tu mente complementa lo que le falta a la foto", dice.
"Lo que ves es una foto bastante apacible y en cierta forma respetuosa, pero te hace pensar inmediatamente: ¿por qué pasó esto? ¿Por qué hay niño muerto en una playa?".
Ese tipo de pensamientos tiene un efecto más penetrante en las personas que son padres.
Por ejemplo, la reacción pública del primer ministro de Reino Unido, David Cameron, a través de su cuenta en Twitter, fue hablando "como padre".
Nicole Itano, de la organización Salven a los niños, tiene una pequeña de un año. "Mi primera reacción fue: Dios mío, ese pudo ser mi hija, tiene el mismo color de cabello y las piernas rellenitas".
"Parte de la razón por la cual la foto ha tocado emocionalmente a tantas personas es que es impresionante, pero no es gráfica. No ves su cuerpo mutilado, o ensangrentado. De no ser por el contexto, luce como si estuviese durmiendo", comentó Nicole.
Publicar o no publicar
Muchas organizaciones como la BBC se inclinaron por no publicar la foto donde se aprecia a Alan completamente. El diario inglés The Independent la colocó con amplio despliegue en su primera página.
Muchos medios de comunicación como la BBC se inclinaron por no publicar la foto donde se aprecia a Alan completamente, sino cuando su cuerpo es rescatado.
El editor gerente del diario, Will Gore, explicó que "no fue una decisión fácil, pero en nuestra opinión esta imagen era claramente algo diferente al tipo de fotos que hemos visto, y vino justo en el momento cuando el debate sobre migrantes estaba estancado".
"Tuvimos la clara certeza de que necesitábamos publicar esa imagen de la tragedia de ese pequeño niño. La imagen tomada cuando el niño es sacado de la playa es extraordinariamente poderosa, pero pensamos que si queríamos realmente mostrar el horror de lo que le ocurrió, esta era la mejor imagen", resaltó Gore.
Es raro ver la foto de un niño muerto en un periódico.
Para Gore hay una buena razón para ello: "Creo que lo correcto es que rara vez publiquemos fotos de un niño muerto, de lo contrario pierden su poder".
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Wintercross coincide con ese criterio.
"Hay un balance que debes tener, y es difícil hacerlo porque no puedes bombardear a las personas. ¿Qué pasa si la semana que viene encuentran cinco niños? ¿A dónde vamos a llegar?".
Además – agrega-, "en este momento no hay otra foto que pueda tener un mayor impacto".
"La gente ha visto muchas imágenes y videos sobre la guerra en Siria. Pero parece que todo eso se resume en esta única foto", advierte Wintercross.