AFP
Una niña murió y 13 personas resultaron heridas el lunes por la noche cerca de París cuando un conductor estampó su coche contra una pizzería, un acto que las autoridades francesas no consideran por el momento como "terrorista".
"En este punto de la investigación, yo descarto un móvil terrorista", declaró en el lugar del ataque Eric de Valroge, el fiscal auxiliar de Meaux, localidad de la periferia este de París.
Los hechos tuvieron lugar en un contexto de fuerte amenaza terrorista en Francia y cinco días después de un ataque perpetrado con un vehículo contra un grupo de militares en Levallois-Perret, también en la periferia de París.
Desde 2015, Francia ha sufrido una ola de atentados que han dejado 239 muertos.
El lunes por la noche, un hombre nacido en 1985 embistió con un vehículo BMW una pizzería situada en la pequeña localidad de Sept-Sorts, repleta de clientes, especialmente en la terraza.
Una niña de unos 12 años murió y otro niño de tres años resultó gravemente herido. Otras cuatro personas sufrieron lesiones graves y ocho resultaron con heridas leves, indicó el ministro del Interior, Gérard Collomb, en un comunicado.
"No hay ninguna duda posible sobre el hecho de que (el autor) decidió voluntariamente" cometer este acto, afirmó el fiscal auxiliar, considerando "muy posible" que el conductor se encontrara bajo los efectos de estupefacientes.
"Los primeros elementos no apuntan hacia una acción terrorista", dijo también el portavoz del ministerio del Interior, Pierre-Henry Brandet.
El autor, que era un "desconocido para los servicios de inteligencia y para la justicia", "fue detenido por los gendarmes inmediatamente" y "no opuso resistencia", precisó a la AFP.
Según un testigo citado por el canal de televisión BFMTV, había unas 20 personas en el restaurante en el momento del ataque.
Después de embestir la pizzería, el vehículo "quiso dar marcha atrás, y alguien se puso detrás para impedirlo (...). Todas las personas que estaban en la terraza fueron arrolladas", explicó este testigo.
Intento de suicidio
Tras su detención, el autor del ataque declaró que "había intentado poner fin a su vida sin éxito ayer (domingo). Así que decidió volver a hacerlo de esta forma", según una fuente judicial.
Las autoridades abrieron una investigación por homicidio voluntario, tentativa de homicidio voluntario y conducción bajo el efecto de estupefacientes.
No se encontraron en el vehículo ni armas ni artefactos peligrosos.
Un fuerte dispositivo de seguridad se desplegó en el pueblo donde tuvo lugar el ataque, situado en una zona rural.
"Esta noche, pienso en las víctimas y en sus familiares. Gracias gendarmes y servicios de rescate por su movilización. #SeptSorts", tuiteó el presidente francés, Emmanuel Macron.
Por su parte, el ministro del Interior expresó sus condolencias a la familia de la niña fallecida, expresando su profunda "aflicción" también en nombre del presidente y del primer ministro, Edouard Philippe.
El último ataque sufrido en Francia sobre el que investiga la fiscalía antiterrorista se remonta al miércoles pasado. Un hombre de 36 años, identificado como Hamou B., atropelló con su vehículo a seis soldados que participaban en una operación de vigilancia antiterrorista en Levallois-Perret.
Herido por bala durante su detención en el norte de Francia, el individuo, que no estaba fichado, seguía hospitalizado el lunes.