Hoy sólo puede mover la cabeza, apenas puede hablar y respira a través de ventilación mecánica.

Pareciera que esta niña española de tres años sufrió una fractura cervical en un accidente.

Pero en realidad el origen de todos sus males es un virus.

De hecho, es la víctima más grave del brote de enterovirus que ha azotado a Cataluña esta semana.

A esa familia de microorganismos pertenecen el virus de la polio y otros más de 60 serotipos que provocan infecciones respiratorias o gastrointestinales de carácter leve.

De hecho, los enterovirus afectan a millones de personas en todo el mundo cada año.

Pero el que atacó a la niña es uno de los más agresivos, el D68, causante de parálisis. Y esos brotes son extremadamente extraños, aunque ya se registraron con anterioridad en Estados Unidos (en agosto de 2015), en Chile (primavera de 2014), y otros países de América Latina y Asia.

De bronquitis a daño neurológico

A la niña la enfermedad le empezó como una simple bronquitis, pero rápidamente presentó síntomas severos de alteración neurológica.

El virus le provocó romboencefalitis, una inflamación aguda del tronco cerebral, y mielitis, hinchazón de la médula espinal. No podía respirar ni moverse.

Primero la ingresaron en la unidad de cuidados intensivos del hospital Vall D'Hebron de Barcelona y hace tres semanas fue trasladada al Instituto Guttmann, un centro de referencia en neurorehabilitación.

"La menor es consciente de todo, ya que sólo tiene afectación motora", dijo a los medios locales el doctor Joan Vidal, responsable de la unidad de lesionados medulares del instituto.

Pero hay más afectados.

Hasta 40 afectados

Hasta 40 niños menores de seis años han sido ingresados por daños neurológicos en varios hospitales catalanes— en el de Vall d'Hebron, el Joan XXIII de Tarragona, y en otros centros de Vic, Lleida, Girona, Tarragona y Barcelona.

Al menos nueve estuvieron o están en la unidad de cuidados intensivos, y aunque "la mayoría de los casos está evolucionando favorablemente" según la Consejería de Salud de la Generalitat o gobierno catalán, al menos dos siguen con pronóstico reservado.

Las autoridades de salud no han podido determinar si el enterovirus que afectó a estos otros 40 niños es del mismo tipo que el de la niña.

Y el consejero de Salud de la Generalitat, Antoni Comín, compareció en la televisión generalista de Cataluña TV3 para calmar los ánimos de la población.

"La preocupación de los médicos es que estas infecciones no deriven en encefalitis", una infección en el tronco cerebral y el encéfalo que provoca somnolencia, inestabilidad, temblores y parálisis.

¿Pero cómo se transmite el virus? ¿Se puede tratar? Y, sobre todo, ¿cómo se puede prevenir?

Transmisión

El enterovirus se transmite vía oral-fecal o a través de secreciones respiratorias; esto es, por la tos, los estornudos o los mocos.

Es por eso que, aunque el virus también afecta a los adultos, los médicos prestan más atención a los niños.

Y es que consideran que tienen más probabilidad de contagio ya que, por ejemplo en las guarderías, tienen más contacto físico, suelen llevarse juguetes y otros objetos a la boca y los suelen después compartir.

Además, en muchos casos los adultos están inmunizados.

Tratamiento

No existen vacunas ni tratamientos efectivos contra el enterovirus.

Así que los médicos se centran en paliar la sintomatología de los pacientes; esto es, la fiebre, los vómitos, la diarrea o las erupciones cutáneas que provocan los tipos más leves.

En el caso de la niña catalana, en el Instituto Guttmann estudian la posibilidad de colocarle un implante en el diafragma, según informó Joan Vidal, el responsable de afectados medulares, a los medios locales.

Esta especia de marcapasos respiratorio supliría el movimiento del músculo, posibilitando así a la paciente respirar por sí misma.

Prevención

A falta de tratamientos efectivos, por lo tanto, los expertos recomiendan extremar la prevención.

Y para ello, estos son los pasos que hay que seguir, según los Centros para Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos:

  • Lávate las manos frecuentemente con agua y jabón durante 20 segundos. Lavarse las manos correctamente es lo más importante que puede hacer para mantenerse sano.
  • Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar.
  • Evita el contacto cercano (como dar besos, abrazar o compartir el vaso o los cubiertos) con las personas que estén enfermas.
  • Cuando tosas o estornudes, tápate la boca con un pañuelo de papel o la manga de la camisa, no con las manos.
  • Limpia y desinfecta las superficies que se tocan frecuentemente, como los juguetes y las manijas de las puertas, especialmente si alguien está enfermo.
  • Cuando estés enfermo quédate en su casa, y no mandes a los niños a la escuela cuando estén enfermos.
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