Agua: 375%. Gas: hasta 300%. Transporte: 100%.

En los primeros meses de gobierno, el presidente de centro-derecha Mauricio Macri ha producido un shock de precios para la mayoría de los argentinos.

A los ya mencionados aumentos en los servicios públicos se sumó un incremento de la tarifa de electricidad de hasta un 700% para algunos usuarios.

Todo esto ha caído como sal sobre la herida de la inflación (hasta ahora indomable en la historia reciente de Argentina), y ha impactado en la canasta básica de alimentos y ha engrosado el número de pobres.

"Los aumentos fueron como un cachetazo", se queja con preocupación ante BBC Mundo Graciela, quien trabaja como vestuarista en un canal de televisión y no tuvo otra opción que ajustar sus gastos al máximo.

"Nos aumentó todo de golpe en un mes y medio. Esto tendría que haber sido paulatino, como el presidente dijo que iba a ser".

Por su parte, el ministro de Transporte de Argentina, Guillermo Dietrich, le aseguró a BBC Mundo: "Esto no es shock, es gradual. Estamos tratando de hacerlo de la forma menos dolorosa posible, aplicando compensaciones (en referencia a subsidios o precios especiales para los sectores más pobres)".

"Es un esfuerzo para la gente, no hay duda", admitió.

"Pero hay que recomponer la economía de la situación que nos dejó el anterior gobierno, en la que lo más dramático es la inflación, consecuencia de un Estado que gastó mucho más de lo que tenía".

"Entraron con un serrucho"

El gobierno de Macri, quien asumió la presidencia en diciembre, ha declarado a la inflación como su enemigo público número uno. "Es la prioridad", dijo el mandatario.

Pero las medidas que ha tomado en los primeros tres meses de gestión para reactivar la economía, que está estancada tras un largo periodo de crecimiento cercano al 8%, han generado un incremento del costo de vida.

La salida del llamado "cepo cambiario" (las restricciones que había impuesto el gobierno de Cristina Fernández a la compra de dólares) derivó en unadevaluación del peso del 40%, lo que -junto con los aumentos de tarifas "retrasadas", según Macri- ha alimentado la inflación.

"Entraron a un quirófano con un serrucho, con una motosierra, en vez de con un bisturí", criticó Sergio Massa, diputado del Frente Renovador que salió tercero en las elecciones presidenciales del año pasado y es uno de los opositores más dispuestos a dialogar con el actual gobierno.

¿Subsidios suficientes?

En el caso del transporte público el aumento entra en vigencia este viernes 8 de abril.

El boleto del autobús ("colectivo") pasa de 3 a 6 pesos (US$0,20 a US$0,40) en la tarifa mínima del área metropolitana, que incluye a la ciudad de Buenos Aires y el populoso conurbano.

En cuanto a los trenes, la tarifa pasará de valer de entre 1 y 2 pesos (US$0,06 y US$0,13) a 2 y 4 pesos (US$0,13 y US$0,27) para el pasaje mínimo.

Tanto en trenes como "colectivos" habrá tarifas sociales que prometen alcanzar a 6 millones de personas sobre una población total que supera los 12 millones en Buenos Aires y el conurbano.

"Los subsidios no llegan a paliar el problema", afirmó Sandra Gonzalez, titular de la Asociacion de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua).

"Por ejemplo, uno de los requisitos es que si tienes un auto de hasta 15 años de antigüedad no entras. Nos llamó llorando una señora discapacitada que tiene un auto de 12 años y no le dan la tarifa social".

Taxis y trenes

El sector de los taxis, que sí tuvo reajustes al ritmo de la inflación, registró un aumento de más del 100% en los últimos 3 años, según varias estimaciones.

Fabián, un taxista de Buenos Aires, le comentó a BBC Mundo: "La gente fue ajustando el cinturón porque los precios han aumentado descontroladamente. Pero en el transporte hay que ser objetivos: con los valores que había no se podía alcanzar una meta justa en calidad del servicio".

En las provincias, donde el transporte público no estuvo subsidiado durante el gobierno de los Kirchner, la diferencia de precios con Buenos Aires es abismal.

"En Córdoba, por ejemplo, el boleto de colectivo cuesta 9,15 pesos (US$0,60) y en Bariloche, 8 (US$0,50), detalló el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, recalcando que el aumento en capital aún no llega a esos valores.

"Grave" falta de mantenimiento

Los retrasos en las tarifas respecto de la inflación derivaron en un fuerte deterioro en la calidad de los servicios públicos, a pesar de subsidios que crecieron hasta casi el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) durante el kirchnerismo.

Esto se sigue sigue evidenciando, por ejemplo, en frecuentes cortes de electricidad por la falta de mantenimiento de la red o la insuficiente generación energía.

El caso de los trenes, estos se convirtieron en centro de investigaciones de corrupción luego del choque en la estación de Once, una de las más grandes de Buenos Aires, que le costó la vida a 51 personas el 22 de febrero de 2012.

Informes de la Auditoria General de la Nación habían advertido que "las tragedias podían tener lugar por la grave y generalizada falta de mantenimiento", según su titular de entonces, Leandro Despouy.

Sin embargo, las explicaciones sobre los atrasos de tarifas y las distorsiones de precios no reducen el impacto en el bolsillo.

Ismael Bermudez, periodista especializado en economía del diario Clarín, calcula que por el "tarifazo" una familia de la capital argentina terminará gastando 818 pesos (US$56) más por mes, lo que "equivale al 6% en el costo de la canasta básica, que en febrero fue valuada en 13.520 pesos (US$925).

El laberinto de las estadísticas

Como aún el país no ha restablecido estadísticas confiables, los números reales de incremento en el costo de vida deben leerse según una combinación de estimaciones locales o privadas.

Adecua calcula que, entre enero y marzo, la inflación fue de hasta un 10%. Pero advierte que lo peor está por venir.

"Fueron meses muy duros pero en abril, con este aumento de tarifas, se está hablando de una inflación de 6% a 8%, lo que haría disparar el costo de vida en lo que va del año a entre un 15% y 18%", le advierte a BBC Mundo Sandra González, jefa de esa organización de defensa de los consumidores.

"La inflación se va a reducir en el segundo semestre del año".

Eso es lo que había prometido el gobierno de Macri.

"La inflación se va a reducir considerablemente a 1% mensual en el segundo semestre", garantizó el ministro de Transporte Gulliermo Dietrich.

-¿Cuáles son las razones técnicas para que suceda lo que usted promete, o hay que creer que ocurrirá mágicamente? -le preguntó BBC Mundo.

-Entre otras cosas, porque no habrá más ajustes tarifarios y eso hará que no haya inflación; y con las medidas de reducción del gasto, que es sumamente gradual.

"Pagar la fiesta"

El gobierno, por otra parte, planea reducir el impuesto al valor agregado (IVA) que aplica al consumo de alimentos para 8 millones de personas, con la idea de frenar el impacto del aumento de tarifas y consecuente inflación.

"Fueron muchos años de fiesta y alguien tiene que pagar la fiesta de no reconocer la realidad", dijo el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, respecto de atraso de las tarifas y el abultado gasto público, que se duplicó durante los diez años de kirchnerismo.

Aunque aseguró: "Queremos gobernar para los más vulnerables."

Con todo, un informe del Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, advirtió que la pobreza alcanzó un 29% en 2015 durante el último año de gobierno kirchnerista, pero se disparó a 34,5% en lo que va de la gestión de Mauricio Macri.

Esto equivale a 13 millones de pobres personas en todo el país.

Con lo que parece muy lejano uno de los pilares más declamados por la gestión de Macri, que es lograr "pobreza cero".

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