El Presidente estadounidense, Joe Biden, mantiene este viernes una conversación telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, en la que lo presionará para que se distancie de Rusia tras la invasión a Ucrania y le advertirá de consecuencias si ayuda al Kremlin.

Esta reunión, la cuarta desde que el demócrata de 79 años asumió la presidencia de Estados Unidos, comenzó a las 09:03 hora local, según la Casa Blanca.

Biden habló con él desde la "Situation Room", una sala ultrasegura de la Casa Blanca desde donde Estados Unidos lleva a cabo las operaciones más arriesgadas y las negociaciones más difíciles.

Wendy Sherman, número dos de la diplomacia estadounidense, explicó el viernes en CNN el objetivo de la conversación: "Queremos que el Partido Comunista Chino, que es una potencia muy importante en la escena internacional (...) entienda que su futuro está con Estados Unidos, con Europa, con otros países desarrollados y en desarrollo. Su futuro no es apoyar a Vladimir Putin"

Unas declaraciones conciliadoras, tras otras en un tono más amenazante realizadas el jueves por el secretario de Estado, Antony Blinken.

"Nos preocupa que contemplen ayudar directamente a Rusia con equipo militar que se usaría en Ucrania", declaró Blinken a la prensa, señalando que en su charla con Xi Biden "le dejará claro que China asumirá la responsabilidad por cualquier acción destinada a apoyar la agresión rusa y que no dudaremos en imponerle costes".

Es la advertencia más clara emitida por Estados Unidos desde el comienzo de la invasión de Ucrania, pero ya había criticado a China por su "alineamiento" con Rusia.

Para Joe Biden, las dos superpotencias compiten a nivel económico y estratégico, pero deben dialogar para que esto no sea un factor de caos a nivel internacional.

Pero si China apoya abiertamente a Rusia, con entrega de armas o acuerdos económicos y financieros que le permitan eludir parcialmente las duras sanciones occidentales su posición cambiaría. 

A 22 días de la invasión de Rusia a Ucrania
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