El ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos intercambiaron este sábado prisioneros en cumplimiento del acuerdo de Minsk, tras una semana de violaciones de la tregua, que han llevado a Estados Unidos a contemplar "graves" sanciones contra Rusia.
Los rebeldes entregaron 139 soldados ucranianos a cambio de 52 combatientes separatistas en la línea de frente de la localidad de Jolobok, a unos 40 kilómetros del bastión rebelde de Lugansk, en el este de Ucrania, en el mayor intercambio de prisioneros desde diciembre, constató un periodista de la AFP.
Algunos de los soldados retenidos por los rebeldes estaban heridos y otros caminaban con muletas.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, confirmó el intercambio en su cuenta de Twitter y dijo que los soldados "están de camino a casa tras el cautiverio".
Los acuerdos Minsk 2, consensuados por Ucrania y los rebeldes prorrusos y apoyados por Alemania, Francia y Rusia, prevén la liberación de "todos los rehenes y prisioneros" retenidos desde el inicio del conflicto, a principios de abril.
Según los separatistas, entre estos prisioneros había combatientes capturados durante la ofensiva para tomar la estratégica localidad de Debaltsevo esta semana.
Un total de 179 soldados ucranianos murieron en un mes en la batalla de Debaltsevo y 81 están desaparecidos, según anunció el sábado Yuri Biriukov, consejero del presidente ucraniano, Petro Poroshenko.
Este sábado el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo desde Londres, que su país sopesa "sanciones graves" a Rusia por su comportamiento "extremadamente cobarde" en Ucrania.
"Podemos adoptar sanciones muy graves que tendrían un impacto muy negativo en la economía rusa", dijo Kerry a la prensa antes de agregar que "en los próximos días, el presidente (Barack) Obama va a analizar las posibilidades a su disposición y tomar su decisión".