Lizzie Velásquez, estadounidense de Texas, tenía 17 años cuando consultando YouTube un video titulado "La mujer más fea del mundo" le llamó la atención. Duraba apenas ocho segundos y ya tenía cuatro millones de visualizaciones.
Le ganó la curiosidad e hizo clic. Y se quedó de piedra. La mujer de la que hablaban era ella.
"Estaba impresionada", cuenta Velásquez. "Pero no fue hasta que empecé a leer los comentarios cuando me hundí del todo".
"¿Por qué la tendrían sus padres?", decía uno de los textos. "Que la quemen", otro. La lista era larga.
Algunos de los que decidieron dejar su opinión por escrito sugerían que debería suicidarse, incluso había quien aseguraba que se quedaría ciego si la viera por la calle.
No pude contarle a nadie sobre el video. No les dije nada a mis amigos. Estaba demasiado impresionada
Velásquez no pudo dejar de leer cada uno de los comentarios. Y eso que había cientos.
"Lloré noches enteras. Era apenas una adolescente y pensé que mi vida había acabado", recuerda.
"No pude contarle a nadie sobre el tema. No le dije nada a mis amigos. Estaba demasiado impresionada".
Y eso que Velásquez estaba acostumbrada al acoso diario por su aspecto.
Doble condición
Nació con dos enfermedades raras. Una de ellas, el síndrome de Marfan, es una afección de los tejidos conectivos y se caracteriza por un aumento inusual de la longitud de los miembros.
Su segundo padecimiento es la lipodistrofia, que provoca una distribución anormal de la grasa corporal.
Como consecuencia de ambas, Velásquez no puede ganar peso, no importa cuánto coma.
El primer día en la guardería, por ejemplo, sus compañeros retrocedieron al verla, por miedo.
Su historial médico incluye una cirugía ocular, una de oído, reconstrucción total de los pies, pruebas de densidad ósea e incontables entradas y salidas del hospital con el objetivo de determinar cuál era la enfermedad que sufría.
No fue hasta el año pasado cuando por fin la diagnosticaron.
Ahora tiene 26 años, mide metro y medio y pesa 27 kilos. Está totalmente ciega del ojo derecho y tiene discapacidad visual en el izquierdo.
También suele sufrir agotamiento e infecciones con frecuencia, como bronquitis.
En noviembre fue ingresada en el hospital debido a un problema con su esófago que la hacía vomitar todo lo que comía.
Y ahora se está sometiendo a escáneres de corazón para determinar si el síndrome de Marfan afectó a ese órgano.
Otro problema de salud recurrente lo suele tener con su pie derecho. Lo fractura con facilidad porque no tiene grasa en el talón.
Pero todo esto no la detiene.
"Cabeza alta"
Cuando nació pesaba 1,2 kilos y los médicos dijeron a sus padres que no sabían cuánto viviría y que, en cualquier caso, tendrían que cuidar de ella por el resto de su vida.
Sus padres, sin embargo, dicen que en aquél momento no pensaron "¿por qué nos está pasando esto a nosotros?" y que todo lo que querían era llegar a casa para empezar una nueva vida.
Y por esa actitud asegura Velásquez que les debe a ellos su capacidad para pensar en positivo. Así lo hacía cuando la acosaban en la escuela o se burlaban de ella en la calle.
Sus padres le insistían en que debía ir al colegio con la cabeza alta, sonriente, y ser amable con todo el mundo, la trataran como la trataran. Y ese mensaje le quedó grabado.
Por eso, ahora dice que felizmente perdonaría a los autores de aquél video de YouTube que tanto la hizo sufrir hace 9 años.
"No sé qué estarán viviendo", sugiere. "Aunque mi vida puede ser dura por momentos, ellos podrían estar pasando por algo mucho peor".
Además, cuando aquello ocurrió, Velásquez decidió que podía hacer algo más con su vida.
Abrió su propio canal de YouTube para hacer saber a la gente quién era realmente la persona de la que hablaba el video de "La mujer más fea del mundo" y para animar a otros a sentirse cómodos en su propia piel y tener confianza en ellos mismos.
La iniciativa fue todo un éxito y ahora tiene 240.000 suscriptores.
Además, uno de los videos colgados en el canal, el de su participación en 2013 en la serie de conferencias de TED con una charla titulada "¿Cómo te defines a ti mismo?", acumula más de siete millones de visualizaciones.
Inspiración para otros
Velasquez dice que la comunidad que se ha creado en torno a su presencia en internet es increíble y que recibe comentarios de personas que dicen que han sido intimidadas y que le agradecen su ayuda.
Pero sus intenciones no terminan ahí.
Ahora se asoció con Tina Meier, cuya hija Megan se suicidó después de haber sido acosada en internet, y juntas están haciendo campaña para que los representantes del Congreso de Estados Unidos voten a favor del primer proyecto de ley federal contra el acoso escolar.
De aprobarse, todas las escuelas del país tendrían que registrar cada uno de los casos. Además, se destinarían fondos federales a luchar contra este tipo de intimidación.
Y ahora todo este trabajo contra el acoso, además de su propia historia, será recogido en un documental.
La directora del film, Sara Hirsch Bordo, insiste en que no trata de la historia de Velásquez sino que es una historia universal, dirigida a todos aquellos que han sido acosados.
"El triunfo ante la adversidad es una historia universal", explica.
"Y tan pronto como Lizzie se hizo más abierta y honesta, con su charla para TED y sus videos en YouTube, quedó claro que la gente estaba sedienta de una historia en la que alguien se levanta y dice 'no voy a ser una víctima, voy a cambiar esto'".