-La derecha logró el mejor resultado en concejales en 20 años, superando a la izquierda. ¿Qué efectos puede tener esta mayoría en la próxima presidencial?

-Es en la elección de concejales donde se observa el mayor avance de las derechas, tanto por el lado de la centro-derecha como de Republicanos. Los más de 1.100 concejales obtenidos serán sin duda un activo para las respectivas campañas presidenciales. Superan los 942 del bloque oficialista. Se suma a ello que la oposición tendrá la mayoría en varios concejos municipales del país donde se impusieron sus candidatos a alcaldes, como en Santiago, donde se pueden empezar a marcar claras diferencias respecto a la gestión anterior, dando a la ciudadanía muestras concretas de lo que haría un gobierno de centro-derecha.

-RN fue el partido más votado. Republicanos estuvo bajo las expectativas, aunque le fue muy bien en cores. ¿La batalla por la hegemonía del sector sigue pendiente?

-Republicanos tuvo un buen desempeño, aunque no acorde con las expectativas ni los pronósticos de las encuestas. De no tener ninguno, logró 8 alcaldes, aunque por cierto no en las capitales regionales a las que aspiraba. Dio un salto muy importante en número de concejales subiendo de 12 a 233, aunque quedó detrás de RN y el bloque UDI-Evópoli, y obtuvo efectivamente el mayor número de CORES: 60 vs. los 15 obtenidos en 2021.

Chile Vamos ganó la batalla por la hegemonía del sector, lo que me parece difícilmente reversible antes de la próxima elección presidencial. Recordemos que José Antonio Kast en la última encuesta CEP sigue teniendo los más altos niveles de rechazo en la opinión pública, con el 50%. Similares a los del timonel comunista Lautaro Carmona.

-¿El Partido Republicano debe reformular sus objetivos?

-Los resultados de las elecciones recién pasadas implicarán probablemente una revisión de la estrategia del Partido Republicano, que cuenta con un piso importante para seguir creciendo. Por otro lado, los resultados muestran un menor apoyo a la UDI respecto a la elección anterior salvo en concejales: pasó de 32 a 22 alcaldes en 2024, ubicándose muy detrás de RN, y perdió 6 CORES.

-El Partido Republicano nace a partir de la UDI. ¿Su crecimiento ha sido a costa del gremialismo o hay otros factores?

-La elección parece confirmar que el crecimiento de Republicanos se hace principalmente en desmedro de la UDI. En la relación de fuerzas entre ambos partidos parece radicar la batalla por la hegemonía. Por cierto, otros factores pudieron incidir en el resultado de la UDI. Aspectos ligados a la conformación de las listas y a la negociación municipal. O la gestión del caso Macaya y luego del caso audios, desplazado por el caso Monsalve.

-¿Cómo puede influir el triunfo de Mario Desbordes en Santiago como predictor en la próxima presidencial?

-La holgura con la que se impuso Desbordes fue la verdadera sorpresa de la elección. Ya sabíamos que era una comuna difícil de retener e históricamente predictiva del resultado de la presidencial. No hay que olvidar que Felipe Alessandri había perdido por poco en 2021 frente a Hassler. En cambio, acá estamos hablando de unos 23 puntos de diferencia.

-¿A qué se debe esa distancia tan notoria?

-Este resultado puede ser interpretado como un castigo a la gestión de la alcaldesa saliente que no cumplió las expectativas de la ciudadanía relativas a la labor de un municipio. No lo hizo en el combate contra la delincuencia, en el funcionamiento de los consultorios (con la fallida adquisición de la Clínica Sierra Bella) y tampoco en la educación, con la tragedia del INBA que ocurrió a pocos días de la elección.

-Santiago es una comuna difícil. De hecho Hassler, al reconocer la derrota, habló de una maldición. ¿Fue una excusa?

-El éxito de Desbordes puede estar ligado a un rechazo a la cultura de la permisividad asociada a las derivas del estallido social, y a la violencia como medio para conseguir cambios sociales y políticos. Incluso a la revalorización de la imagen de Carabineros.

La encuesta Cadem que muestra cómo cambiaron las percepciones de los chilenos a 5 años del estallido social es ilustrativa al respecto. A diferencia de otras comunas de la Región Metropolitana donde venció Chile Vamos, dando continuidad a administraciones anteriores como en Providencia o La Florida, me parece que el desafío de Desbordes es mayor, pues la gente espera un gobierno de ruptura respecto al anterior.

-Tomás Vodanovic consiguió un gran resultado en Maipú. ¿Tiene potencial como carta presidencial o crees que el oficialismo va a reincidir en Bachelet? 

-Con su 70% en una de las comunas más pobladas de Chile, Tomás Vodanovic tiene sin duda proyección como carta presidencial, lo que muestra también la última encuesta Cadem. Antes de la elección, figuraba también entre los personajes políticos mejor evaluados. Pero su porcentaje de conocimiento es todavía bajo.

A diferencia de lo que sucede en la oposición, en el oficialismo los candidatos disponibles no son muchos: los resultados estrechos de Claudio Orrego en la primera vuelta de la elección de gobernadores, sumando los resultados de las oposiciones, no favorecen sus aspiraciones presidenciales. Existe además el riesgo de que pierda en segunda vuelta si esta se convierte en un plebiscito al gobierno y si las oposiciones trabajan unidas.

-La ministra Carolina Tohá se convirtió en una de las principales damnificadas del caso Monsalve. ¿Puede revertir esta situación?

-El caso Monsalve sucedió justo cuando iba subiendo en evaluación positiva, aunque falta mucho para la elección presidencial. Si bien la ex presidenta Bachelet irrumpió en la carrera presidencial, afirmó en diferentes oportunidades que no era candidata. Con mayor razón después de elecciones que reforzaron el liderazgo de Evelyn Matthei. Y que disminuyen las probabilidades de Bachelet de ganar la elección presidencial.

-¿Cuán profunda es la crisis en La Moneda?

-Por cierto, hay perdedores más notorios que otros en el oficialismo: el eje FA-PC o cierto radicalismo al interior de ese eje perdió más que el Socialismo Democrático y en particular el Partido Socialista, que fue el único partido del oficialismo que no tuvo un fuerte retroceso en alcaldes, lo que sugiere que es el mal manejo del caso Monsalve de parte del gobierno lo que incidió en los resultados.

El gobierno feminista se hizo trizas a raíz de las primeras declaraciones del Presidente y de la tibieza con la que la ministra Orellana enfrentó inicialmente la crisis. El caso Monsalve pone también a la Ministra del Interior en aprietos ya que la oposición no dará tregua a los cuestionamientos sobre su actuar y eventuales omisiones en el marco de la investigación judicial por violación contra el exsubsecretario.

-¿Es necesario un cambio de gabinete que incluya a ministras como Tohá y Orellana?

-A pesar de este escenario complejo ad portas de la segunda vuelta de las elecciones de gobernadores, no estoy segura que la renuncia de ambas Ministras alcance a atenuar una crisis de envergadura pues podría ser interpretado como una forma de reconocer todo lo que cree gran parte de la ciudadanía: que hubo efectivamente un intento de ocultamiento del caso, un trato privilegiado y poca preocupación por la denunciante.

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