Esta semana el consejero de Revolución Democrática (RD), Julio Ñanco, fue uno de los que se contactó con el consejero electo de los pueblos originarios, Alihuén Antileo, quien fue una de las sorpresas en los comicios del pasado 7 de mayo, ya que tenía el panorama cuesta arriba tras la firma del “Acuerdo por Chile”. Este documento rubricado el pasado 12 de diciembre omitió la presencia de escaños reservados. Una de las grandes diferencias con el proceso anterior, en donde el mundo indígena contó con 17 cupos en la Convención Constitucional.
Pues bien, las malas cuentas del oficialismo obligan a establecer una línea directa con Antileo. Las fuerzas de gobierno solo obtuvieron 16 de 51 escaños en las urnas, por lo que aspiran sumar al consejero mapuche, mediante un método que “tendrá que conversarse”, según advierte uno de los representantes del oficialismo.
El acercamiento del consejero mapuche de Revolución Democrática, Julio Ñanco, tiene que ver con esto. El contacto fue por medio de redes sociales y conocedores de la conversación prevén que exista alguna reunión durante la próxima semana. Una de las ideas que barajan en el oficialismo es la formación de un equipo de coordinación entre los tres representantes del mundo mapuche que tendrá el Consejo Constitucional: Antileo, Ñanco y la también RD por La Araucanía, Kinturay Melín. Estos dos últimos fueron electos bajo la inscripción en listas de partidos.
Como sea, los votos del oficialismo y Antileo sumarían 17, lejos de los 21 necesarios para tener poder de veto en las elecciones del Consejo, que será dominado por el Partido Republicano y sus 23 consejeros electos.
Antileo fue militante de las Juventudes Comunistas en los 80 y luego pasó por el Frente Patriotico Manuel Rodríguez (FPMR). En democracia, Antileo fue uno de los primeros voceros de la CAM, agrupación que abandonó tras tener diferencias con Héctor Llaitul, pues el ahora consejero abogaba por la vía institucional en desmedro de los sabotajes. En 2021 intentó ser convencional, pero tuvo cerca de 4.000 votos menos que Elisa Loncón, quien sí fue electa y posteriormente presidió la primera parte de dicho proceso.
“Decirle no a toda nuestra demanda puede tener como efecto que en el plebiscito de salida de diciembre, si no hay ningún derecho consagrado para los pueblos indígenas, se llame a votar rechazo”, advirtió esta semana Antileo en entrevista con Agencia EFE.
Las dificultades de Antileo. El 12 de diciembre se acordó que los potenciales cupos indígenas se sumarían así a los 50 consejeros elegidos en el proceso regular. La ley 21.533 publicada en enero fijó que “si dicha suma representare un porcentaje igual o superior al 1,5% respecto de la suma total de votos válidamente emitidos en la totalidad de las 16 circunscripciones no indígenas del país al Consejo Constitucional, la circunscripción nacional indígena elegirá un escaño, el que se asignará a la candidatura más votada”.
Esto generó que eventuales aspirantes desistieran de participar y derivó en que sólo se presentaran 3, de los cuales el Servicio Electoral dejó a 2: Antileo y al profesor de educación intercultural, Julio Marileo.
El Servel informó el domingo 7 de mayo que hubo 9.795.741 votos válidamente emitidos, lo que fijó un piso de 146.936 votos (equivalentes a un 1,5%) para sumar un cupo indígena a los 50 consejeros. Antileo obtuvo más de 160 mil votos, suficientes para entrar como el consejero número 51 al proceso.