La última vez que Corea del Norte subió a un podio en los Juegos Olímpicos de Invierno fue hace 26 años en Albertville 1992. La primera fue la plata de Han Pil-Hwa en Innsbruck 1964.
Esas son las dos únicas veces que la bandera norcoreana ondeó en un escenario olímpico y ambos casos ocurrieron en la especialidad de patinaje de velocidad.
Una evidencia que Corea del Norte está lejos de ser una potencia deportiva sobre la nieve o el hielo.
Y, sobre todo, que su participación en las Olimpiadas de Invierno de Pyeongchang, que se celebrarán entre el 9 y el 25 de febrero en Corea del Sur, no está impulsada solamente por un interés deportivo.
De hecho, a día de hoy, sólo la pareja de patinaje artístico formada por Ryom Tae Ok y Kim Ju Sik logró la clasificación por méritos deportivos para asistir a los juegos.
Aunque su participación ha estado en duda hasta ahora luego que el Comité Olímpico de Corea del Norte no los registrara en el plazo previsto de inscripción que finalizó el pasado mes de octubre.
Un trámite que según el Comité Olímpico Internacional no será impedimento para la presencia de deportistas norcoreanos en Pyeongchang, ya que su "misión es garantizar la participación de todos los atletas que han clasificado, más allá de las tensiones políticas o divisiones".
Y tampoco descartan ofrecerles un cupo a otros deportistas.
A ritmo de Los Beatles
Taek Ok, de 18 años, y Ju Sik, de 25, clasificaron a los juegos tras asegurar uno de los últimos cupos en juego en el Trofeo Nebelhorn en Alemania en septiembre pasado.
Allí ejecutaron una brillante rutina al ritmo de la canción "A Day in the Life" de Los Beatles, una de las bandas favoritas de la pareja.
Ambos nacieron en la capital norcoreana, Pyongyang, y llevan patinando juntos unos tres años.
En 2017, ganaron la primera medalla de unos juegos asiáticos de invierno con su tercer lugar en Sapporo, Japón, y un año antes lograron su mayor éxito deportivo hasta el momento al ganar la presea de oro en el Trofeo Asiático de patinaje artístico que se disputó en Manila, Filipinas.
El salto de calidad lo dieron bajo la tutela del prestigioso entrenador francés Bruno Marcotte, quien también es responsable de dirigir a los campeones mundiales canadienses Megan Duhamel y Eric Radford.
Dada su particular situación y la personalidad extrovertida de ambos, Marcotte reconoce que cuentan con el apoyo de los aficionados.
"Realmente son uno de los favoritos del público", dijo el entrenador francés en una entrevista con Global News, de Canadá.
"Son tan expresivos que la audiencia simplemente conecta muy bien con ellos. Tienen mucho carisma en el hielo, eso es seguro".
Según el sitio oficial de la Federación Internacional de Patinaje a Kim le gusta la música, el baile y la lectura, mientras que entre los intereses de Ryom se incluye el fútbol, la lectura y la música.
Los dos son conscientes que los ojos del mundo estarán sobre ellos si logran finalmente participar en los juegos, aunque en el fondo lo único que quieren es ser reconocidos como deportistas y no como representantes políticos.