En todo un suceso se convirtió la venta de entradas para el Festival de Viña del Mar 2019, el cual tuvo un récord histórico en esta edición al venderse en solo dos horas los tickets para el jueves 28 de febrero, día en que actúan la boyband estadounidense, Backstreet Boys.
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Pero lejos de toda esta euforia por ver al grupo, ocurrió un hecho que tiene a los fanáticos bastante molestos, luego de que muchos quedaran sin entradas. Ante esta situación, varios acudieron a una web de reventa de entradas, la cual está vendiendo los tickets a precios desorbitantes.
Por ejemplo, palco, que normalmente cuesta alrededor de $230.000, en dicha página se está vendiendo a casi $1.000.000. Lo mismo ocurre con la ubicación que le sigue, platea preferencial, que cuesta $160.000 y en reventa llega a los $500.000.
Platea premium tiene un valor de $120.000 aproximadamente y en reventa es fácil encontrarla por $400.000. En tanto, Galería, que cuesta cerca de $30.000, está a más de $100.000.
Al respecto, la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato, se refirió en su cuenta de Twitter indicando que los canales de la organización del Festival ya están al tanto de la situación.
"He informado a los canales organizadores del Festival de Viña del Mar la situación de la reventa de entradas y he pedido que se tomen las medidas dentro de la normativa vigente, los fans no pueden ser víctima de especuladores", declaró la autoridad.
El escándalo ha sido tal que muchos usuarios en redes sociales comenzaron una campaña para denunciar a quienes están realizando esta reventa y así advertir a los fans para que no compren por esta vía.
Si bien no existe una ley que trate este tipo de transacciones, la última regulación en torno al tema data de 1980. La legislación chilena no prohíbe la reventa de entradas, tampoco regula cómo se debe llevar a cabo la transacción y menos el precio al que se debe vender, algo que sí sucedía hasta el 80', año en que fue derogada la prohibición, consignó La Tercera.
Actualmente, en el caso de los eventos deportivos se sanciona la venta por sobre el precio que indica la entrada. Lo anterior se debe netamente a motivos de seguridad, aunque en la práctica queda claro no se aplica.
