Alejandro y Samantha iban a casarse. Ambos se habían comprometido, tendrían un bebé e incluso habían planeado cambiarse de casa para comenzar una nueva vida. Juntos.
Lamentablemente para las aspiraciones de la pareja que residía en Venezuela, Alejandro murió, dos días después de haberle ofrecido un anillo de papel a Samantha y afirmar que "ya estaban casados".
"Se arrodilló frente a mí con un anillo de papel y me pidió casarme con él. Cuando terminó dijo 'estamos casados, el día que me pase algo voy a jalarte los pies por las noches para que nunca me olvides'", aseguró Samantha a través de Twitter.
Su historia se ha hecho viral en redes sociales, conmoviendo a cientos de personas e incluso llegando a ser replicada por distintos medios de comunicación de Latinoamérica.
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Y es que su testimonio también reveló detalles inéditos de lo que ocurrió después del fallecimiento de Alejandro, quien tenía planeado que, tras un viaje de trabajo, se cambiarían de casa y le entregaría un anillo real para sellar el compromiso.
"Me dijo que de este viaje vendrían cosas muy buenas; nuestra casa, las mejores cosas para nuestro bebé y que al llegar me pondría el anillo más hermoso, porque me lo merecía", agregó Samantha.
Pero todo se vio truncado por la muerte de Alejandro.
Tres meses después del lamentable hecho, una joyería se puso en contacto con la novia y, a través de una carta, le explicaron que él ya había pagado el anillo y que se había comprometido a pasar a buscarlo.
Al percatarse de que las semanas pasaron y el novio nunca apareció, lo buscaron por redes sociales para contactarlo y se enteraron de su muerte, por lo que iniciaron una búsqueda de la novia para entregarle el anillo.
"Pudieron hacerme llegar una encomienda. Hoy cuando la recibí me di cuenta de lo afortunada que soy", agregó Samantha, quien colgó una fotografía de la sortija que nunca recibió de la mano de su novio, pero que probablemente la acompañe hasta el fin de sus días... o para toda la eternidad.