"Está comprobado que criticar a las personas con sobrepeso solo logra una cosa: que la gente se sienta avergonzada y termine en la depresión, la ansiedad y los comportamientos autodestructivos como alimentarse en exceso".
Con esta rotunda respuesta, el presentador británico de televisión James Corden ?el anfitrión del popular Carpool Karaoke? silenció al comediante estadounidense Bill Maher, quien fue criticado recientemente por decir en su programa que era necesario "traer de vuelta el fat shaming".
Con esta expresión en inglés (que viene de las palabras "gordo" y "avergonzar") Maher se refería a la práctica de hacer sentir culpables de su estado físico a las personas con sobrepeso.
Su comentario, que desató la ira de muchos, infería que la solución para que una persona pierda el peso que le sobra es ser condenada públicamente por tener esas libras de más.
Corden recibió un amplio apoyo en redes sociales con su respuesta.
"Si burlarse de las personas gordas les hiciera perder peso, no habría niños gordos en las escuelas", sentenció.
Sin embargo, los comentarios de Maher nos hicieron preguntarnos si hay algo de razón en lo que sugirió.
Efecto contrario
La población mundial ha engordado entre 5 y 6 kilos a en los últimos 31 años, según un estudio del Imperial College de Londres que analizó el peso de más de 112 millones de personas en 200 países del mundo entre 1985 y 2016.
Varios países de América Latina figuran entre aquellos que han registrado un mayor aumento del índice de masa corporal de sus habitantes, así como en el porcentaje de obesos.
En Reino Unido, por ejemplo, dos tercios de los adultos tenían sobrepeso u obesidad en 2017, mientras que los hospitales registraron unos 10.660 ingresos entre 2017 y 2018 en los que la obesidad fue el diagnóstico primario.
En Estados Unidos, la situación es aún más severa. Más del 70% de los adultos mayores de 20 años sufren de sobrepeso u obesidad, según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
Sin embargo, un estudio realizado por científicos del comportamiento en el University College de Londres encontró que, en lugar de alentar a las personas a perder peso, el fat shaming en realidad ocasiona que estas engorden más.
"Camino equivocado"
Un usuario apoyó la posición de Maher.
El exjugador de béisbol profesional Kevin Youkilis, afirmó en Twitter que le debía "toda su carrera" al fat shaming, pues al ser ignorado por los agentes de talento en un inicio debido a su peso, el rechazo lo llevó a hacer "todo lo posible por demostrarles que estaban equivocados".
https://twitter.com/GreekGodOfHops/status/1172894039495999489
Sin embargo, esa experiencia es atípica, dice Jane Ogden, profesora de Psicología de la Salud en la Universidad de Surrey.
"Abochornar a esas personas es el camino equivocado", dijo Ogden este lunes en el programa de la periodista Victoria Derbyshire de la BBC.
"Toda la evidencia apunta a que el fat shaming solo hace que las personas se sientan peor. Baja su autoestima. Los hace sentir deprimidos y ansiosos y, como resultado, adoptan un comportamientos autodestructivos".
Victoria Abraham, de 19 años y residente en Nueva York, dice que su experiencia personal demuestra que Maher está equivocado en su punto de vista respecto al fat shaming.
"Me ha avergonzado toda mi vida por mi peso y todavía estoy gorda. Cuando me hacían comentarios desagradables de niña, solía ir a casa después de la escuela y comer para sentirme mejor".
"Las personas que se preocupaban por mi salud eran mis padres y mi médico, y eso es todo. Eran las únicas personas que tenían derecho a hablar conmigo sobre mi cuerpo. Los niños de la calle me molestaban por ser diferente".
Victoria enfatiza que ahora tiene mucha confianza en su cuerpo y reflexiona que si su yo más joven pudiera haberla visto ahora, su infancia habría sido mucho más feliz.
"En aquel entonces no se te permitía ser gorda y feliz", dijo. "No se te permitía amarte a ti misma sin importar cómo te veías".
Fue un cambio en los medios de comunicación que consumía lo que marcó la diferencia.
"Después de terminar la secundaria comencé a leer libros con personajes gordos y a ver televisión con mujeres gordas, lo que comenzó a cambiar la forma en que me veía a mí misma. Si solo ves medios con mujeres blancas delgadas, entonces piensas que algo está mal contigo".
Las burlas "no ayudan"
"Estamos ante un tema muy difícil", dice la profesora Ogden a la BBC.
"La evidencia que existe sobre el impacto del exceso de peso corporal y la obesidad, sobre el cáncer, la diabetes y las enfermedades cardíacas, es muy clara. Y esa es la educación que necesitamos tener".
"Pero debido a que la línea entre transmitir ese mensaje y luego hacer que alguien se sienta avergonzado de sí mismo es muy fina, esas conversaciones son muy difíciles".
Incluso si la persona pierde peso, los efectos de ser humillados por tener sobrepeso pueden afectar negativamente la salud de otras maneras.
Will Mavity, de 25 años, vive en Los Ángeles. El joven asegura que durante su infancia era "extremadamente gordito". Esta no es una descripción que se usaría para describirlo hoy en día.
"Me llamaban doble d, y eso se me quedó. Cuando comencé la escuela secundaria decidí que la única forma de evitar esto era nunca volver a estar gordo", dijo a la BBC.
Pero Will desarrolló un trastorno alimentario.
"Que se burlaran de mí me hizo perder peso, pero no de manera saludable. Comencé a vomitar después de cada comida", dijo.
"Me lastimo constantemente debido al ejercicio excesivo. Siento que tengo que me tengo que ejercitar en exceso. Debido a las burlas, asocio mi valor como humano con la forma en que luzco".
"Avergonzar a alguien por algo no ayuda, sea cual sea la razón", explica Ogden.
"Simplemente, no es una forma positiva de que una sociedad se desarrolle".