La ministra de la Mujer, Antonia Orellana, criticó las acciones que tomó Colo-Colo con su jugador Jordhy Thompson, quien fue denunciado por violencia de género por su expareja solo un mes después que se difundiera un video en el que el futbolista golpeaba a la misma joven en un evento.
La secretaria de Estado aseguró que cuando se conoció el primer caso de violencia instaron el club a tomar medidas distintas a las que habían anunciado, que en ese momento fue apartarlo del primer equipo y otorgarle ayuda psicológica.
"Apenas los conocimos, instamos al club y señalamos que no estábamos de acuerdo con el abordaje que se estaba haciendo, porque la violencia contra las mujeres no es un problema de frustración deportiva, no corresponde abordarlo desde el psicólogo deportivo, porque la violencia contra las mujeres no surge porque alguien esté frustrado por no estar rindiendo en la cancha o algo así", declaró la ministra Orellana.
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"La violencia contra las mujeres es un problema estructural que debe ser tomado en serio por todas las instituciones, incluyendo los clubes deportivos, sobre todo por el impacto social que tienen en mucha población", agregó.
La ministra de la Mujer aseguró que se pusieron a disposición de la joven afectada, quien había sido agredida hace un mes y que la noche del lunes mostró en redes sociales heridas que le habría provocado el futbolista de 18 años y amenazas que le hacía mediante redes sociales.
Orellana no solo apuntó al caso específico de Thompson, sino que pidió a los clubes revisar sus modelos formativos.
"Es hora que se revise cuál es el modelo formativo que reciben al interior de las instituciones estos deportistas, porque pasan gran parte de su etapa formativa no con su familia ni con su entorno, sino que con los equipos técnicos y el equipo, así que hay que ver qué están haciendo estas instituciones para prevenir", reflexionó.
"Vamos a seguir estando a disposición de la víctima y vamos a seguir instando en primer lugar para tener una ley integral que establece obligaciones preventivas para todos los sectores, incluyendo el del deporte, y también para que los actores privados, que son sociales, tomen cartas en el asunto porque no necesitan que la ley los obligue para poder repudiar la violencia contra las mujeres", añadió.