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Política

Burgos: ¿Nva Mayoría o Concertación? “Algo más parecido a la Concertación. Sin duda”

Burgos: ¿Nva Mayoría o Concertación? “Algo más parecido a la Concertación. Sin duda”
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#T13Domingo Ex ministro dice que DC se siente más cómoda en conglomerado similar a Concertación.
Por Paula Godoy, desde Londres

Renunció el miércoles a su cargo de ministro del Interior y 48 horas después ya estaba en Londres, visitando a su hijo y a su nieta. Es en la capital de Inglaterra donde recibió a T13 para dar ésta, su primera entrevista como ex jefe de gabinete tras 13 meses que describe como intensos y con episodios que lo “cansaron”.

No solo física, sino políticamente cansado, reconoce Burgos. Del desgaste personal, dice: “Soy una persona que toda mi vida, mis 59 años, he dormido muy bien (…) Ahora había veces que dormía 4 ó 5 horas. Me despertaba por cuestiones, me dolía la cabeza, me sonaba el celular, quemaban una iglesia en La Araucanía y me despertaba, y hay veces que mandaba whatsapp a esa hora, y eso produce un cansancio. Mis ojeras actuales tienen que ver con eso, pero bueno, es una mezcla de cosas”.

A la hora de los balances, no solo hace un repaso de sus momentos más duros, sino que envía mensajes críticos a parte del poderoso “segundo piso” de La Moneda, ese que reúne a los asesores más estrechos de Michelle Bachelet. Del polémico viaje de la Mandataria a La Araucanía y de la difícil decisión de revertir la prohibición de que los camioneros en paro marcharan por La Alameda, Jorge Alfonso Burgos Varela habla en la siguiente entrevista.

¿Cuándo se acordó su renuncia? ¿Tuvo que ver con la polémica por el viaje de la Presidenta a La Araucanía, del cual usted se enteró por la prensa?

- No, este tipo de cosas a mi juicio no se acuerdan, se conversan, pueden irse madurando. Yo le había planteado a la Presidenta distintas razones por las que era mejor buscar una alternativa.  Debe de haber sido a fines de enero de este año. Conversamos con mucha libertad, ella es una persona con la que se puede hablar con mucha libertad. Conversamos de eso, en fin, ella me hizo algunas consideraciones según las cuales ella creía que a su juicio era mejor que yo me mantuviera y que íbamos a ir viéndolo. Cada cierto tiempo lo conversábamos y decía "aquí vamos, dando la pelea". Se ha tejido que yo he tenido una mala relación con ella, eso es absolutamente falso. Hay un medio de comunicación, no sé si porque lo inventó o porque alguien lo dijo en cierto momento, que sostiene que yo me fui a los gritos con ella. En primer lugar yo generalmente no grito, y en segundo lugar, menos se me ocurriría gritale a un Presidente de la República… ese es un invento completo, que probablemente no es mala fe del medio, sino que es porque alguien mala onda inventa estas cosas.

¿Fue en enero la primera conversación?

- Fue la primera vez que conversamos sobre eso.

¿Y la decisión definitiva?

- Mi decisión definitiva yo se la manifesté ahora hace poco, el día martes de esta semana, en una larga conversación. Le dije, como dije públicamente, que estaba cansado, no solo cansado físicamente, sino también cierto cansancio de ánimo por algunas cuestiones que no tienen que ver con ella. Tiene que ver con la coalición, voy a ser bien franco, con gente de la coalición que tiene una visión distinta, puede ser muy legítima, pero una visión distinta de la que yo tengo de cómo debe enfrentarse el momento del país. Con gente de la coalición no solo de la izquierda, como el Partido Comunista…, era obvio que habían algunos disensos con algunos sectores del Partido Socialista, e incluso con algunos sectores de la Democracia Cristiana.

En primer lugar yo generalmente no grito, y en segundo lugar, menos se me ocurriría gritale a un Presidente de la República… ese es un invento completo

¿A quién se refiere?

- Me carga dar nombres. Sé que periodísticamente es bueno que yo diga de frente una persona, pero voy a darles la categoría de personas que creen que a Chile le viene bien en este momento seguir impulsando entre comillas reformas estructurales y no volver a una pausa de moderación y gradualismo, que le hace mejor a Chile, desde mi visión. Ese tipo de personas está en todos los partidos de la Nueva Mayoría, más algunos que otros. Mucho más en el PC, un poco menos en el PS, y un poco menos en la DC. Pero con ese tipo de políticos yo tenía diferencias. También tengo diferencias con los políticos que no se dan cuenta de lo que ha pasado en Chile, del grado de desprestigio que tiene la política, la función política, por razones que todos conocemos. No solo por el tema del financiamiento de las campañas, sino que también por la forma de hacer política. Cuando a uno le toca ver que hay parlamentarios, no voy a dar nombres, pero parlamentarios que sostienen que hay que cambiar intendentes en función de las cercanías que tenga una determinada persona con él, me parece que están viendo mal la política y le están haciendo muy mal al país. Eso termina haciendo a la gente desconfiar y creo que eso le hace mal, le han complicado el gobierno a la Presidenta Bachelet, exigiendo poner el pie en el acelerador, no importando lo que pasa con la economía, exigiendo cuotas políticas. No la han ayudado y creo que Chile merece que sus políticos actúen de otra forma y nuestra Presidenta también merece más ayuda de los partidos políticos.

Hay dos versiones respecto de la llegada de Mario Fernández en su reemplazo: una es que usted lo recomendó a la Presidenta, la otra es que ella lo sondeó a espaldas suyas y eso gatilló su salida.

- Yo creo que esta es otra versión lanzada por alguien. No. La Presidenta el día martes me preguntó –lo que demuestra la confianza que me tiene- “¿qué nombres DC se te ocurren a ti?”. Yo le di cuatro nombres. Iba a darle el quinto -esto es textual- y me dijo “el Peta”, y era exactamente el que yo le iba a nombrar. A ella le salió. En cualquier orden se los di. Le nombré cinco demócratacristianos, porque yo, medio machista, no tenía ningún nombre de mujer en la cabeza y cuando iba a decir el quinto, me dijo: “…Y el Peta (Fernández), que está en Uruguay”. Así que no. Lo contactó esa noche. En esto es mejor decir toda la verdad para que se dejen de especular y tirar teorías: yo hablé con la Presidenta largo esa mañana. Ella es muy cálida conmigo, muy cálida y cuando nos despedimos, yo me despedí bastante emocionado. Yo soy un tipo criado de que los hombres no lloran y así y todo yo estaba muy “tocado”. Y cuando ella vuelve a Valparaíso me llama y me dice te mandaron saludos los almirantes, qué se yo, porque había estado en el Esmeralda, muchos de los cuales yo los conozco. Y me dice: “bueno ¿y? Lo que hablamos en la mañana ¿es definitivo?” Sí, Presidenta, definitivo, le digo yo. Ya. Me tengo que empezar a mover entonces con algún nombre. O sea, fue un contacto que hizo esa tarde del día martes, para todos esos maledicentes o maledicentas que dicen que estaba fraguado, no sigan mintiendo.

“Vengo del centro de la Concertación”

Hablaba recién de la relación con la Presidenta Bachelet... Si es como se ha dicho, que tienen una buena relación, ¿qué falló entonces en lo político?

- Bueno yo creo que uno puede tener relaciones de afecto, de cariño, de amistad con personas, teniendo diferencias. Y obviamente que yo, con la Presidenta, probablemente tengo algunas diferencias respecto de la visión de algunas cosas del país y eso es legítimo. Ella me eligió, además. Ella pudo haber elegido a muchas personas, pero me eligió para ser ministro de Defensa primero, y después ministro del Interior, conociéndome. Yo soy un tipo que más bien vengo del centro de la Concertación, mis características son más bien la moderación, la prudencia, el gradualismo. Creo en los cambios, pero con tempos distintos. Obviamente yo no engañé a nadie, yo no me iba a convertir, una vez nombrado ministro del Interior, en que mi eslogan fuera avanzar sin transar, por decirlo exageradamente. Hubo ciertas diferencias, pero en un regimen presidencial, como corresponde, quien zanja las diferencias es la Presidenta de la República, y esa es una cuestión que está. Uno de alguna manera, cuando entra a uno de estos cargos, firma un contrato de adhesión en esas cosas (...) Yo creo que la Presidenta, después del 11 de Mayo de 2015, cuando entra el nuevo gabinete, en una primera etapa Rodrigo (Valdés, ministro de Hacienda) y yo, y después Nicolás (Eyzaguirre, titular de la Segpres), fue adoptando de alguna manera la tesis nuestra de más realismo, después lo que se ha llamado la obra gruesa. Creo que en eso tuvimos respaldo de ella, en muchas cosas. Probablemente algunas cosas aún no se resuelven, como la reforma laboral, donde por cierto hay una visión distinta en algunos sectores dentro del propio gobierno. Yo tengo una visión muy parecida, sino idéntica en esto, con Rodrigo, con Nicolás, diversa a la de otros ministros.

Yo soy un tipo que más bien vengo del centro de la Concertación, mis características son más bien la moderación, la prudencia, el gradualismo.

¿Cuál fue el momento más complejo, el más tenso, desde que asumió en Interior?

- Hubo varios, pero si tuviera que recordar un momento tenso fue bien al comienzo. Un día que hubo una huelga de camioneros y durante el día, yo revertí una decisión, una decisión que era que no pasaran por la Alameda. Hablé con el dirigente de camioneros, que estaba en la cabeza en esa movilización, que no lo conocía, Sergio Pérez, y revertí esa decisión porque me pareció que del punto de vista del orden público era mejor revertirla. Creo que terminó siendo así, pero ese fue un momento tenso, proque revertí una decisión que se ha tomado, y eso produce un cierto choque, un momento tenso con una persona, problamente del gobierno, que no conocía mucho pero que más amigos nos hicimos en estos últimos dos meses y hoy es uno de mis mejores amigos desde el punto de vista de la política, que es el subsecretario Pancho (Mahmud) Aleuy. Tengo solo buenos recuerdos, a pesar que tuvimos un momento de tensión y que tuve que tomar una decisión. Fue complejo, porque el tema de los camioneros tiene una cosa sicológica para mucha gente en el país.

¿Es muy difícil ser el ministro del Interior de la Presidenta Michelle Bachelet, como dijo Belisario Velasco?

- No, no la comparto. Probablemente, no quiero aparecer como diciendo “esto no es cierto”, pero depende de cada persona. Yo tuve una experiencia de trabajo buena con ella (…) Yo diría que mi relación fue buena, respetuosa, del ministro a la Presidenta y de ella también. Yo diría que una relación cariñosa, afectiva. Es una persona que sabe transmitir el afecto y lo ha pasado muy mal. Ha terminado pagando consecuencias ajenas, aunque sean bien cercanas del punto de vista familiar, de su nuera, qué sé yo, que no tienen nada que ver con su manera de ser. Conozco a muchas personas, pero en esas muchas personas, ajenas a los bienes y al dinero, está la Presidenta Bachelet, y ha terminado, a juicio de muchos, equivocadamente vinculada a una cuestión con la que no tiene nada que ver. Eso la dañó y obviamente tuvo una afectación personal, y eso es cierto. Creo que las personas que la queremos bien, tenemos que tener muy presente eso y apañarla.

(La Presidenta) es una persona que sabe transmitir el afecto y lo ha pasado muy mal. Ha terminado pagando consecuencias ajenas, aunque sean bien cercanas del punto de vista familiar

¿Cómo se vivía el caso Caval al interior de La Moneda?

- Es un caso que no está vinculado a La Moneda del punto de vista de los sujetos procesales. La Presidenta no habla de ese tema del punto de visto político presidencial (…) La Presidenta en eso ha sido súper digna, súper digna. Jamás ha cruzado su dolor personal con su cotidianeidad de Presidenta.

Dardos al “segundo piso"

Sin dudas el viaje a La Araucanía fue un tema conflictivo para usted. ¿Qué pasó?

- En primer lugar, yo nunca alegué por no ir en el viaje: el Presidente puede ir donde quiera, a la hora que quiera, invitar a quien se le dé la gana. Sería un absurdo, del ministro, llorar o reclamar porque no lo llevaran. Yo creo que se tergiversó. A mí me pareció que fue un error del equipo no haberme comunicado con anticipación que la Presidenta viajaba, que eso lo conociera el intendente, Carabineros, y no el ministro del Interior, de quien dependen ambos cargos. Eso me pareció mal y las personas que asesoraron en eso a la Presidenta lo hicieron mal. Yo creo que fue una asesoría comunicacional muy mala. Jefes de prensa se terminan convirtiendo en asesores políticos y creo que allá hay un problema. El error fundamental creo que fue de la jefa de prensa en lo de Temuco…, a tres días ya se me olvidó su nombre, para serle franco.

¿No le molestó que no lo consideraran para ir?

- No, para nada. Desde luego fui a la Araucania como siete veces. La Presidenta arma sus viajes nacionales e internacionales sin necesidad de llevar a una persona. Sería una niñería pensar “¿por qué a mí no me llevó? Esto de enterarme por un colega tuyo, que me llama en la mañana…, no tenía idea, sobre todo porque es un viaje complicado. Yo mismo le dije a la Presidenta que fuéramos, que hiciéramos un consejo de gabiente. En fin, me molestó que me lo hayan ocultado. Eso lo encontré desleal de quienes organizaron eso así, pero no de la Presidenta. 

¿Qué piensa de la jefa de gabinete, Ana Lya Uriarte, y del Director de Políticas Públicas de la Presidencia, Pedro Güell?

- Con Pedro Güell interlocutaba mucho, es un tipo muy inteligente, muy culto, un muy buen creador de discursos. El último discurso de 21 de mayo interlocutamos mucho, tengo muy buena opinión. De la jefa de gabinete también tenía una buena opinión, pero tenía menos relación. Siempre he entendido que los jefes de gabinete tienen que entenderse con los jefes de gabinetes. La relación de la jefa de gabinete era con mi jefe de gabinete, porque lo otro es romper las lógicas de jerarquía.

¿Y tienen realmente la influencia que, según se dice en la Nueva Mayoría, ejercen en La Presidenta?

- Yo creo que cuentan con la confianza de la Presidenta y tienen influencia en la agenda y en la propuesta discursiva.

¿Cómo fue su relación con el subsecretario Mahmud Aleuy?

- Siempre fue buena. Tuvimos un momento…, pero tuvimos una buena relación. Mahmud es un tipo parecido a mí, súper directo, le gusta tomar decisiones rápidas, prefiere pedir perdón que pedir permiso. Yo también soy un poco así, y me llevé muy bien con él. Me llevo muy bien con él. Me mandó, el día que me fui, una gran botella de vino tinto… buena, buena… nunca había tenido uno tan bueno, y además una tarjeta personal muy bonita, que la guardé, porque me dijo una cosa que es lo mejor que le pueden decir a una persona...

¿Qué le dijo?

- “Agradezco tu decencia”. Nada más que eso.

Un piropo en estos tiempos, ¿o no?

- Así es.

Más allá de su cansancio, ¿incidió en su renuncia la decisión de Osvaldo Andrade de ir al TC por el control de identidad?

- Eh... No. Ahora, Andrade puede cansar a cualquiera.

Después de esta experiencia, ¿Nueva Mayoría o Concertación?

- Algo más parecido a la Concertación. Sin duda.

¿Sin duda? ¿Por qué?

- Porque por lo menos para la DC es mucho más cómodo, a mi juicio. Mucho más natural.

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