En menos de tres años, el matrimonio conformado por la educadora Virginia Días, y el ingeniero Felipe Araya, pasó de una idea que buscaba ayudar a su hijo a la feria de tecnologías más grande del mundo, el CES. Los emprendedores desarrollaron el primer robot social educativo en Latinoamérica "Sima Robot" que apunta a ser un compañero robótico de juegos y enseñanzas para niños.
La firma actualmente se está presentando en el pabellón de "Family Tech" del CES, que se realiza en Las Vegas, Estados Unidos, entre el 07 y 10 de enero de 2020, donde están exhibiendo la nueva versión del androide social educativo, lo que marcará el inicio de sus operaciones en el mercado norteamericano.
La nueva versión del robot, que originalmente está compuesto por un cuerpo robótico que junto a un Smartphone y una aplicación, interactua verbalmente, con expresiones faciales y gestos. Además, incluirá un diseño más estilizado, para que sea capaz de adaptarse a teléfonos y phablets – herramienta que es mitad smartphone y mitad tablet– e incluirá indicadores de luz para cargas, conectores magnéticos para mejorar la carga de los dispositivos y será apto para funcionar tanto con dispositivos Android o Apple.
Además, a nivel de software el SIMA II tendrá una mejora en relación a la Inteligencia Artificial, haciéndolo más empático y capaz de detectar estados emocionales de los usuarios, como felicidad, sorpresa, angustia, miedo y emoción. Paralelamente, podrá contextualizar su ubicación física, para sugerir actividades, y tendrá un módulo con el cual se puede enseñar a preescolares conceptos básicos de programación.
"Tenemos el respaldo de más de 2.000 horas de pruebas en varios establecimientos de Chile y el ir pivoteando constantemente las diversas prestaciones del robot con sus usuarios, porque la idea es poder personalizar la educación, pudiendo atender diferentes velocidades de aprendizajes, junto con las distintas necesidades que se dan al interior de una aula de aprendizaje", explica Días.
Tras la participación en el CES, la startup viajará a Silicon Valley en California, para customizar y dejar funcionando los dos primeros proyectos educativos en colegios estadounidenses, quienes serán los primeros establecimientos fuera de Chile en usar estos robotitos para complementar las materias educativas de alumnos entre cinco a nueve años.