El presidente de la compañía aérea australiana Qantas, Alan Joyce, que recibió un pastelazo por sus posiciones a favor del matrimonio homosexual, prometió este miércoles que seguirá expresándose libremente sobre temas de sociedad.
Joyce estaba pronunciando la víspera un discurso en la ciudad australiana de Perth cuando un hombre vestido de traje irrumpió en el escenario y le estampó en la cara una tarta de limón con merengue.
El ejecutivo, homosexual y ardiente defensor de la igualdad de derechos, anunció que demandará a su agresor.
Hasta ahora éste solo ha sido acusado de declaraciones falaces, según la policía.
La radiotelevisión Australian Broadcasting Corporation (ABC) lo identificó como Tony Overheu, de 67 años, un devoto cristiano opuesto al matrimonio entre personas del mismo sexo.
"Alan Joyce es muy activo en este proceso (hacia el matrimonio homosexual) y en este contexto era un blanco apropiado", declaró el hombre a la ABC.
"Nunca he hecho algo así, soy respetuoso de las leyes, pero creo que es una reacción inevitable. Cuando la gente está descontenta, las personalidades que se pasan del límite deben esperarse a algún tipo de retorno. La gente en general está harta".
Joyce firmó una carta en marzo para respaldar la igualdad ante el matrimonio con otros 19 directivos de grandes empresas australianas.
En un comunicado este miércoles afirmó que este incidente no le impediría seguir defendiendo sus posiciones en este tipo de cuestiones.
"Durante mucho consideré que las empresas y sus dirigentes tenían algo que decir sobre los asuntos económicos y sociales. No he cambiado de opinión", escribió.
"Vamos a seguir hablando de los grandes temas de sociedad, incluida la reconciliación con las poblaciones indígenas, la diversidad de géneros y la igualdad ante el matrimonio porque es lo que hay que hacer", agregó.
Ante los periodistas, el irlandés de nacimiento agregó que no cederá al "acoso". "Lo que pasó ayer me animó, tengo intención de transmitir el mensaje según el cual este tipo de conducta es inaceptable y de interponer una demanda".
Australia tiene retraso respecto a numerosos países occidentales que ya legalizaron el matrimonio homosexual y eso a pesar del apoyo de una gran parte de la población.
Las parejas del mismo sexo pueden firmar contratos de unión civil y hacer reconocer su relación en la mayoría de estados australianos, pero estas uniones no son reconocidas a nivel federal.
