AFP
El arresto de Carlos Ghosn, artífice del imperio automovilístico Renault-Nissan-Mitsubishi Motors, provocó gran conmoción y muchas preguntas en el mundo del automóvil y en Japón, donde las acciones de Nissan y Mitsubishi se hundieron este martes en la bolsa de Tokio.
Al cierre de los intercambios, Nissan caía un 5,45% y Mitsubishi un 6,84%, en un mercado a la baja (-1,09%).
El empresario, de 64 años, seguía arrestado el martes en un centro de detención de Tokio un día después de su interpelación cuando salía de su jet privado, mientras que los diarios nipones hablaban de "la caída de un reformador carismático".
La fiscalía confirmó que estaba detenido por presunta ocultación de ingresos. Según un comunicado, Ghosn "conspiró para minimizar su retribución en cinco ocasiones entre junio de 2011 y junio de 2015".
Se declararon al fisco 4.900 millones de yenes (unos 37 millones de euros según el curso actual), pero Ghosn había ganado casi 10.000 millones de yenes en ese periodo, indicó la fiscalía.
El todopoderoso dirigente franco-libanés-brasileño fue detenido el lunes al cabo de una investigación interna realizada por Nissan, que envió los resultados a la fiscalía.
En una rueda de prensa ofrecida por la noche, el presidente ejecutivo del constructor de automóviles japonés, Hiroto Saikawa, también mencionó "otras malversaciones, como el uso de bienes de la empresa con fines personales".
Según la agencia de prensa Kyodo, que citó fuentes próximas al caso, se habría hospedado gratuitamente en varias propiedades de la compañía en Holanda y en otros tres países.
Cuestión de dinero
Saikawa dedicó unas duras palabras contra su otrora mentor, Carlos Ghosn, caído en desgracia por haber concentrado demasiado poder, según sus palabras. "Es un problema que se haya dado tanta autoridad a una sola persona", declaró en la sede del grupo, en Yokohama, en las afueras de Tokio, denunciando "el lado oscuro de la era Ghosn".
A partir de este jueves, el consejo de administración de Nissan se pronunciará sobre el despido de su presidente. Mitsubishi Motors (MMC) anunció una decisión similar.
Tras haber sido venerado en Japón por haber salvado a Nissan de la quiebra en los años 2000, y más recientemente a Mitsubishi Motors, forjando una sólida alianza con el grupo francés Renault, Ghosn fue objeto de humillaciones el martes.
"Es un avaricioso. Al final, no es más que una cuestión de dinero", declaró un responsable de Nissan al diario Yomiuri. "Pedía a sus subordinados que cumplieran con objetivos difíciles, pero él mismo seguía percibiendo un sueldo alto, incluso cuando las actividades de Nissan no iban tan bien", añadió el periódico.
En la sede de Nissan, en Yokohama, los empleados estaban consternados. "Fue totalmente inesperado, no sé qué pensar", dijo un empleado de 38 años al diario económico Nikkei. "Esto pasa en el peor momento", afirmó, pues Nissan se ha visto afectado por dos escándalos sucesivos causados por unos fallos en la inspección de vehículos en Japón.
Frágil equilibrio
Por su parte, las autoridades japonesas y francesas se limitaron a reclamar "estabilidad para la alianza".
El portavoz del gobierno nipón, Yoshihide Suga, juzgó "la situación extremadamente lamentable" pero descartó hacer ningún comentario más.
Ahora hay incógnitas sobre si la alianza, fruto de un frágil equilibrio entre tres entidades muy distintas, logrará sobrevivir sin Ghosn.
"No podemos excluir la posibilidad de que la alanza se vea debilitada", señaló en una nota Kentaro Harada, analista en SMBC Nikko Securities. "Sobre todo, la cuestión principal es ver si esto alterará el equilibrio del poder" entre las partes francesa y japonesa, añadió.
Renault posee un 43% de Nissan, que a su vez tiene un 15% de Renault y un 34% de Mitsubishi Motors. Recientemente circularon rumores de fusión.
La vertiente judicial del caso también despierta "innumerables interrogantes", según el experto. "¿Por qué se descubren ahora las malversaciones, y cómo Ghosn, con Greg Kelly [otro responsable de Nissan detenido] habrían podido falsificar documentos ellos solos?", se pregunta.