Los bloques comerciales parecen ser una idea venida a menos en muchas partes del mundo.
Mientras Reino Unido se dispone a retirarse de la Unión Europea, en Estados Unidos los discursos de candidatos presidenciales hablan de renegociar, o por lo menos afinar, el tratado de libre comercio de América del Norte.
En América del Sur, ya casi nadie recuerda la Comunidad Andina de Naciones. Y Mercosur sigue generando controversia y frustraciones.
Pero otro bloque comercial parece nadar contra la corriente. México, Colombia, Perú y Chile, cuatro naciones de la cuenca pacífica del continente aseguran estar teniendo éxito en donde otros fracasaron.
Un mensaje que recalcaron los mandatarios de la Alianza del Pacífico, reunidos en días pasados en la ciudad chilena de Puerto Varas durante la sexta cumbre de la organización.
¿Postura ideológica?
Las cuatro naciones se apartaron visiblemente en los últimos años de las políticas económicas más intervencionistas que siguieron otras grandes economías del continente, como Brasil y Argentina.
En cambio, fomentaron el libre comercio y la inversión extranjera, tanto entre ellos como frente a terceros países.
Hoy, el frecuentemente cambiante péndulo de las políticas económicas en América Latina parece inclinarse más hacia su lado.
Anecdóticamente, muchos tomaron la presencia como observador en la cumbre de la Alianza del Pacífico del presidente argentino Mauricio Macri como una evidencia del giro que busca darle a la economía de su país, apartándola de las posiciones más nacionalistas del pasado.
Resultados concretos
La Alianza del Pacífico dice que tiene resultados para mostrar.
Desde su creación en 2011, asegura haber ayudado a promover el comercio entre los países miembros y establecido facilidades para el libre tránsito de personas, suprimiendo ciertos requisitos de visados.
En la declaración de final de la cumbre el pasado 1 de julio, los mandatarios hablan también de avances en el marco preliminar de negociación con ASEAN, el bloque comercial del sureste de Asia, así como la celebración del diálogo con APEC, la organización de países de la Cuenca del Pacífico y la suscripción de un acuerdo de asociación con Canadá.
Todos, dicen ellos, resultados de una diplomacia comercial enfocada en abrir nuevos mercados en el exterior (y, dirán sus críticos, en ofrecer mercados propios a los extranjeros).
Y no es poco lo que ofrecen. Con 215 millones de habitantes, los países de la Alianza del Pacífico representan poco más del 40% del PIB latinoamericano, así como 52% del comercio total y el 45% de la inversión extranjera directa de la región.
Son también, las cuatro naciones que ocupan los cuatro primeros lugares para América Latina en el escalafón de 2016 del índice Doing Business ("Haciendo negocios") del Banco Mundial, que estima la facilidad para hacer negocios en los países.
¿Cuestión de imagen?
Pero no todos están convencidos de que esta Alianza sea un paso tan trascendental para la integración económica de la región.
"Dado lo poco ambicioso de la Alianza del Pacífico creo que su mayor éxito es en términos de branding, esto eso, en su capacidad para desarrollar una visión alternativa del desarrollo y la integración a la que existe en Brasil o Argentina", le comenta a BBC Mundo Diego Sánchez-Ancochea, director del Centro de Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Oxford, Reino Unido.
"Los límites de esta visión están claros: será difícil desarrollar los mercados internos o avanzar seriamente en la integración económica de los países", asegura el experto.
"Ha habido otros esfuerzos, como el mismo Mercado Común Centroamericanoque han logrado más en materia de integración interna", recalca Sánchez-Ancoechea.
Dirección
La reciente elección en Perú de un presidente firmemente comprometido con la ortodoxia económica, como es el caso de Pedro Pablo Kuczynski, parece otro indicio que los mandatarios de esta región seguirán fieles a un derrotero de políticas amigables con el mercado.
La pregunta que muchos se hacen es si será posible un acercamiento con el otro gran bloque comercial latinoamericano, el que constituye Mercosur. Y especialmente que papel jugará la mayor economía, Brasil, en todo ello.
Entre los integrantes de Mercosur hay voces que piden aproximación.
El canciller de Uruguay, Nin Novoa, dijo a la prensa internacional que era urgente la negociación entre la Alianza y el Mercosur para "romper de una vez por todas con ese imaginario segundo Tratado de Tordesillas que nos separaba hasta ahora", refiriéndose al acuerdo que en la era colonial estableció la frontera de Brasil con el resto del continente.