La millonaria multa impuesta por el Departamento de Justicia de EEUU a Deutsche Bank —unos US$ 14.000 millones por el papel que desempeñó la entidad alemana en el negocio de las hipotecas basura— no pasó desapercibida entre los inversionistas.
El castigo sobre la acción vino de inmediato y en bolsa los descensos de la acción del gigante alemán rondan el 8%, pese a que la entidad ya haya anunciado que espera rebajar dicha cantidad.
Deutsche Bank dijo en un comunicado que esa multimillonaria cifra no es definitiva y que las negociaciones con el gobierno estadounidense "están solo comenzando". El banco "no tiene intención" alguna de pagar una multa que ascienda a las "cifras citadas".
Una multa de tal magnitud supone más de un 70% de la actual capitalización de la compañía en el mercado, que ronda los 16.900 millones de euros. No en vano, desde los máximos marcados en noviembre de 2007 (antes del estallido de las crisis de las subprime) sus acciones se han depreciado casi un 90% en bolsa provocando que los 47.000 millones de euros que llegó a valer parezcan hoy inalcanzables. El banco acumula una caída del 44,15% en bolsa en lo que va de año.
En este sentido, los analistas han reiterado el consejo de deshacer posiciones que pesa sobre la compañía. De hecho, la entidad es una de las firmas que luce una peor recomendación entre las compañías más grandes de Europa.
Según el consenso de mercado recogido por Bloomberg, no había un porcentaje de analistas que recomendara vender las acciones de Deutsche Bank tan alto desde 2009 -más de un 36%- y nunca antes en los últimos 15 años, se había dado un porcentaje tan bajo de expertos que recomendarán comprar sus títulos: sólo un 11%.