Cristián Rivas N.
El ánimo al interior de la estatal Codelco no está en su mejor momento. Uno de los últimos intentos por motivar a sus empleados se vivió la semana pasada, cuando a propósito del Día del Minero –celebrado tradicionalmente el 10 de agosto– la corporación lanzó un emotivo video que emula la transmisión de un partido de fútbol, pero con imágenes de trabajadores de las distintas faenas, bajo el eslogan “lo damos vuelta”.
La idea no sólo era alentar a los “viejos” mineros, sino también apuntalar el ánimo al interior del mundo administrativo y sobretodo ejecutivo, que en los últimos años –y mucho más en los recientes meses– ha tenido que lidiar con las dificultades propias de un menor precio del cobre, que la semana pasada cerró en US$ 2,15 la libra, prácticamente la mitad del boom de hace cinco años, y por consiguiente menores ingresos y mucho recorte presupuestario.
Puertas afuera, también sobran las inquietudes. Los inversionistas internacionales que han puesto recursos en bonos de la compañía han acrecentado sus consultas a la firma en cuanto a si habrá pronto anuncios sobre una capitalización estatal o cómo harán para allegar los recursos necesarios para enfrentar sus planes de inversión y su endeudamiento. Hay que recordar que la firma maneja en la actualidad pasivos que sobrepasan los US$ 14.000 millones, uno de los niveles más altos en su historia.
Cercanos a la estatal dicen que la empresa –que dirige actualmente Nelson Pizarro en la presidencia ejecutiva–, ha estado de cabeza trabajando en cómo cuadrar de mejor forma los números, incluso con varios directorios extraordinarios de por medio, como el que se realizó el miércoles de la semana pasada, y que vienen anuncios pronto.
Coincidentemente, en años anteriores Hacienda ha anunciado capitalizaciones en estos meses, y la firma además ha salido a emitir nueva deuda en los mercados internacionales. A comienzos de septiembre del año pasado fueron US$ 2.000 millones en Nueva York y antes, en octubre de 2014 hubo otra por US$ 980 millones, también en la Gran Manzana.
Necesidad urgente de capitalización
En abril de este año, Pizarro fue muy explícito al hablar de las necesidades de capital para este año. En el marco de su presentación en la semana Cesco, dijo que el plan de inversiones de la firma para este año era de US$ 3.000 millones y que esperaba que desde Hacienda les entregaran una capitalización de US$ 800 millones. Pero eso todavía no está muy claro.
Fuentes relacionadas con Teatinos 120 dicen que la factibilidad de entregar esos recursos no es muy cierta. De hecho, se habla más bien de una cifra en el rango de US$ 300 a US$ 400 millones, más en línea con lo que ha ocurrido los últimos años.
Hay que recordar que en 2014 se aprobó una ley para capitalizar a Codelco, que contempla un total de US$ 4.000 millones en recursos a entregar entre 2014 y 2018, de los cuales US$ 3.000 millones corresponden a recursos de capital fresco, y otros US$ 1.000 millones a retención de utilidades, ya que por ley, la estatal está obligada a entregar todo lo que gana al Fisco.
Del monto total contemplado en la norma, la firma retuvo US$ 200 millones de utilidades el primer año, mientras que en 2015 el Fisco le entregó US$ 600 millones. Como este año los resultados han sido negativos, en el mercado hay coincidencia en que la cuprífera se vería forzada a salir nuevamente en búsqueda de recursos financieros, ¿pero puede?
Los riesgos asociados al mayor endeudamiento
Del total de deudas de la estatal por estos días, US$ 11.250 millones corresponde a bonos internacionales, US$ 2.400 millones a deuda bancaria y unos US$ 208 millones a bonos locales.
La firma efectivamente no tendría mayores dificultades en colocar nuevamente bonos en el extranjero. Pero el análisis de los especialistas es que no tendría mucho margen sin afectar su calificación crediticia.
"El margen de endeudamiento de Codelco es muy acotado, no más allá de los US$ 15.000 millones, es decir unos US$ 1.000 millones más de los que debe hasta ahora. Más de eso sería difícil sin afectar la clasificación de sus bonos. En otras palabras, todavía tiene un margen antes de caer en la categoría de bonos basura”, dice Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining.
En la práctica, el riesgo de endeudarse a una mayor escala haría caer su clasificación, con lo cual se eleva el costo financiero de sus deudas, pues sube el spread de sus bonos. Eso ya pasó este año, ya que Moody`s y Standard & Poor`s redujeron sus clasificaciones a “A3” con perspectiva negativa en el primer caso, y a “A” en el segundo caso.
Desde un punto de vista más local, desde el gobierno tampoco quieren que esta baja en las clasificaciones siga incrementándose, por el ruido político que puede llegar a ocasionar entre los partidos de oposición, como ya ocurrió en períodos difíciles del pasado, como con la escalada de costos en el período de Juan Villarzú a la cabeza de la firma.
UBS recomienda no invertir en bonos de Codelco
Las dificultades por las que atraviesa Codelco no son un misterio en el mundo financiero. En un reporte divulgado por UBS a sus clientes el viernes pasado, la firma derechamente recomienda no comprar los bonos de Codelco, pues dentro de las emisoras mineras latinoamericanas tendrían mejor rendimiento los papeles de compañías como la mexicana Southern Copper.
La razón se explica por el bajo precio del cobre, que presiona sus resultados a la baja –al primer trimestre registró US$ 151 millones en excedentes negativos- y con ello también el flujo de caja y la obligada reducción de sus inversiones (Capex). Mientras en 2013 los ingresos sumaban US$ 11.693 millones, el flujo de caja operacional se situaba en US$ 3.395 millones y las inversiones sumaban US$ 4.261 millones, en los siguientes dos años la situación fue muy distinta: ingresos en torno a los US$ 2.719 millones en 2015, flujo de caja operacional de US$ 319 millones e inversiones por US$ 958 millones. Un cambio brusco.
Como si las noticias negativas no fueran suficientes, Goldman Sachs dijo hace unos días que el precio del metal rojo no se recuperará este año. El banco de inversiones estadounidense más bien se inclina a pensar que en los próximos doce meses seguirá cayendo otro 17%, lo que lo llevaría incluso por debajo de los US$ 2 por libra, principalmente por la mayor producción que vendrá de Minera Escondida en Chile, Grasberg en Indonesia y la mina Sentinel en Zambia.
Por estas razones, es previsible que el plan de inversiones de la compañía relacionado con sus proyectos estructurales seguirá acomodándose. Partió con unos US$ 25.000 millones de inversión proyectada, pero la cifra ha ido cayendo a medida que los proyectos también se han ido reestudiando y contrayendo.
Las otras fórmulas de financiamiento
El presidente del directorio de Codelco, Oscar Landerretche y varios otros expertos han hablado intensamente de otras fórmulas que podrían analizarse para inyectar más recursos a la minera.
Entre ellos, los que más suenan son: usar fondos reservados, donde hay dineros que pertenecen a las fuerzas armadas y que sumarían actualmente unos US$ 5.000 millones; derogar la ley reservada que obliga a la firma entregar el 10% de sus ventas a las fuerzas armadas, pero para ello el gobierno no tendría los votos suficientes en el Congreso; vender parte de la propiedad de la firma al mercado de capitales, pero ello requeriría un cambio en la ley que rige a la compañía y no sería de muy fácil trámite legislativo; y por último, echar mano a los fondos soberanos, donde hay recursos por unos US$ 14.000 millones.
Entre analistas, también se dice que la compañía podría allegar recursos vendiendo algunos de sus otros activos no mineros. Como el 37% de GNL Mejillones, o el puerto que mantiene en esa misma localidad.
Sea cual sea el camino, Pizarro sabe que no la tiene fácil. Él mismo ha transmitido a sus cercanos que no pensó que enfrentaría tantas dificultades cuando asumió hace justo dos años. Por eso, los rumores de pasillo en la estatal han aumentado en las últimas semanas en torno a que estaría considerando retirarse, cuestión que él y su círculo cercano, en todo caso, niegan.