Pagar para que se lleven tu producto no es el mejor modelo de negocios, pero es justamente lo que está pasando con varias compañías de California.
Las firmas del estado más poblado de Estados Unidos que generan electricidad mediante la energía solar están produciendo tanto que han comenzado a negociar con otras compañías de otros estados pagos para que tomen los excedentes.
El gobierno del estado del oeste dice que estos acuerdos "evitan la sobrecarga de sus propias líneas de alta tensión".
Aunque suena extraño, la situación no significa que estén "tirando el dinero", dice el economista Severin Borenstein, profesor de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de Berkeley.
"Pero probablemente es un indicador de que hay algunos problemas serios en la forma en que estamos administrando la red y la forma en que estamos tomando decisiones de inversión", considera Borenstein.
¿Por qué está pasando esto?
Mucha energía
En 2015, las plantas de energía de California generaron casi 15 veces más electricidad a partir de fuentes de energía solar que lo que lograron en 2010, según la Comisión de Energía de California.
El crecimiento se debe en buena medida a las leyes que tienen como meta que la mitad de la electricidad vendida a los consumidores provenga de fuentes renovables para el año 2030.
Mientras tanto, la producción de fuentes de energía tradicionales no ha parado.
Alrededor del 60% de la electricidad generada en California venía del gas natural en 2015.
Creció un 7% comparado con 2010 después de que los reguladores aprobaron la creación de más plantas de energía tras una serie de apagones y problemas de suministro de la década de 2000.
Para el diario Los Angeles Times, California tiene un "exceso de energía".
Se reduce la demanda
Aunque cada vez hay más energía, el consumo se ha reducido, como refleja el consumo per cápita registrado entre 2010 y 2015.
El estado, soleado y cálido en la mayor parte del año, está entre los que tienen más bajo consumo por habitante entre los 50 estados del país.
Así que la oferta y la demanda están cada vez más desfasados, especialmente en las horas pico de sol.
Eso es un problema.
En casos extremos, los picos de producción pueden desbordar las líneas eléctricas y resultar en cortes de energía.
Una respuesta de los operadores de la red ha sido reducir la producción de las plantas de energía solar y eólica, que dicen que son responsables del exceso de electricidad.
En 2016 el 1,6% de la generación de electricidad solar se redujo, según el Operador del Sistema Independiente de California, que administra la red y el mercado mayorista de electricidad estatal.
¿Por qué pagan para que se lleven la electricidad?
La energía renovable se vende por un lado a través de contratos a largo plazo a minoristas, pero también en tiempo real a un mercado mayorista regional, donde los precios fluctúan en función de la oferta y la demanda.
Los precios llegan a estar bajo cero en el mercado mayorista cuando hay demasiada oferta. En aquellos casos de "precios negativos", las compañías pagan a otras para tomar la energía.
En algunos casos, una empresa de servicios públicos u otra compañía ya ha pagado por la energía a un precio más alto, pero no la necesita.
En otros casos, es más costoso para la firma de energía solar detener la producción que pagar a otra empresa en otro estado por tomar la electricidad, ello debido a los beneficios fiscales que tienen.
Los casos de precios negativos son raros, pero van en aumento.
En 2016 se dio el caso en poco más del 5% en uno de los índices de precios mayoristas, mientras que el año anterior ocurrió en 4%, de acuerdo con el Operador del Sistema Independiente de California.
¿Beneficia a los consumidores?
El crecimiento de las energías renovables ha dado lugar a los precios negativos en Texas, que tiene una gran cantidad de energía eólica, así como en Reino Unido, Alemania y otras partes de Europa.
Sin embargo, en el caso de California las familias no están recibiendo una factura de la electricidad menos costosa y de hecho tienen uno de los costos más altos de la nación.
Eso se debe a los altos precios fijados en los contratos a largo plazo para el suministro a hogares, así como cuotas por la creación de nuevas plantas de gas y de energía solar.
Es más, si las empresas tienen que pagar otras por tomar su energía, el dinero es tomado de los beneficios, un costo que con el tiempo se transfiere a los contribuyentes, dice el profesor Borenstein de la Escuela de Negocios Haas.
Los clientes de las empresas públicas de otros estados a los que se les paga por llevarse la energía son los beneficiarios, como ha reportado Los Angeles Times.
Grandes empresas con paquetes más flexibles de electricidad también pueden tomar ventaja de la situación, dice el economista James Bushnell, profesor de la Universidad de California en Davis.
¿Qué se puede hacer?
Una opción es cambiar la forma en que funcionan los beneficios fiscales para las energías renovables.
Eso haría que las empresas no tengan tantos incentivos para mantener sus plantas funcionando cuando no se requiere más energía.
Otra opción sería hacer que el mercado minorista sea más flexible. Así las familias pueden optar por usar la electricidad en sus casas o recargar los automóviles eléctricos cuando la electricidad está en un momento de precios bajos.
"Los economistas desde hace mucho tiempo han dicho que hagan que los precios minoristas reflejen las tasas del mercado al mayoreo", dice Lucas Davis, otro profesor de la Escuela de Negocios Haas de la Universidad de Berkeley.
"Creo que es un buen momento para que los economistas relancen la idea", considera.